«Yo tenía la misma edad que su mamá. La invité a tomar un café, no pensará que esta mujer se va a comer al niño… Bueno…», bromea Gloria Simonetti sobre su pololeo con fotógrafo 27 años menor
«Una vez que nos relajamos, que pudimos ser y que nos dejamos llevar, fue muy entretenido. Teníamos las mismas aficiones y nos reíamos, lo pasábamos bien», fue parte de lo que contó Gloria Simonetti sobre su ex pareja, el fotógrafo Javier Alarcón, 27 años menor que ella.
La cantante de 74 años fue invitada al programa de Martín Cárcamo, De Tú a Tú, donde se refirió a la relación que llegó a su fin durante la pandemia. Esta fue la conversación:
Martín Cárcamo: “Tu última relación”
Gloria Simonetti: “Extraordinaria”
Cárcamo: “¿Cuánto tiempo duró?”
Simonetti: “Casi seis años”
Cárcamo: “Aquí tú derribaste todos los prejuicios, ¿qué diferencia de edad tenían?”
Simonetti: “Veinte y siete años»
Cárcamo: “Aplausos. Pongamos en contexto, menor que tu hijo”
Simonetti: “Sí, que horror. Esa es una cuestión bien compleja. Esto fue un milagro también. Nada está tan programado en la vida, no es que andes con el vestido de novia en la cartera, ni andas buscando. Yo no tenía pensado nada.
“Tenía que hacer un videoclip, era invierno. Hablé con unos productores y estos gallos contrataron a Javier con sus equipos. ‘Bueno, ¿y para quién es el video?’. ‘Para la Gloria Simonetti’. ‘Oh, que lata más grande’, dijo.
“Después hicimos unas tomas y nos fuimos a Bosques de Montemar. Y bueno, ahí salió el lobo. Nada poh. Ahí comenzó una conexión visual, que uno dice ‘¿estaré…?’. Conexión visual y punto.
“Y él se fue para Santiago calladito nomás. Y estos gallos dijeron ‘algo pasa ahí, algo va a pasar’. Y pasó poh. Nos conocimos, yo me tuve que sacar unas fotos, él tiene una cuestión audiovisual, me fui a sacar las fotos y me sacó las fotos, y ahí quedé poh, dibujada”
Cárcamo: “¿Cómo fue dar el paso con una persona 27 años menor?”
Simonetti: “Muy difícil. Me dio mucho miedo, sobre todo por mi hijo. El resto me importa un cuete, porque si tuviera que vivir a estas alturas del partido por lo que piensa en la gente, no viviría nada. Me importaba más la opinión de mi hijo.
“Eso fue terrible. Nos sentamos a almorzar. Yo dije ‘aquí se la voy a tirar de una, para qué voy a ir con anestesia local’. Le dije ‘mira, está pasando esto y yo…’ Me levantó las dos cejas. ‘Mamá, ¿pero cómo?’. ‘Mira, cuando tú te metiste a cura a mí no me preguntaste ni una cuestión, así que chao’. No se habló nunca más del tema.
“Lo mejor era que yo tenía la misma edad que su mamá, que es un amor. Fue muy curioso, porque yo la invité a tomar un café, no pensará que esta mujer se va a comer al niño… Bueno… Hablamos genuinamente. Le dije ‘no quiero que te hagas problema por el hecho de que yo esté con tu hijo, porque yo no le voy a hacer nada’.
“Nos entendimos súper bien y a ella le quedó claro que estábamos bien y nunca puso problemas, ni su papá tampoco. ¿Qué es lo que me gustó de él? Primero que lo vi y era también para caerse muerta. Pero las neuronas son muy importantes, o sea, yo con un gallo que sea tonto no puedo.
“Entonces con Javier se dio el tema de la conversa, muy inteligente, el gallo perspicaz, sabía exactamente para dónde apuntaba esta viejita”
Cárcamo: “¿Tuviste cuestionamientos del entorno?”
Simonetti: “Claro que sí, al principio salíamos al mall y nos miraban con cara de ‘¿qué onda?’. Pero yo dije ‘qué tengo que preocuparme de lo que piense la gente, si es mi vida y es lo que me queda por vivir. Mira, si yo tengo un metro acá y son 100, yo tengo 74. Estoy acá. No voy a vivir hasta los 100, por lo tanto me quedarán diez o quince, ¿quién los va a vivir por mí si no soy yo?
“Pero fue divertido, porque hubo una sorpresa, imagínate, esta señora, la dama de la canción, y yo decía ‘qué tengo que preocuparme, sí esta cuestión es mi vida, mi cuento, y voy a vivir lo que me queda’. Y en eso estoy poh. A pesar de que con Javier ya no estamos juntos, pero seguimos siendo extraordinariamente amigos.
“Javier es el compilado de todas mis relaciones anteriores juntas. Un gallo extraordinario, romántico, nunca me han hecho más cariño que cuando estuve con Javier, ni juntando todos los anteriores. Nunca. Entonces tengo el mejor recuerdo de Javier. Un hombre que merece todo”
Cárcamo: “¿Fuiste feliz?”
Simonetti: “Nunca he sido más feliz. En serio. Porque una vez que nos relajamos, que pudimos ser y que nos dejamos llevar, fue muy entretenido, teníamos las mismas aficiones y nos reíamos, lo pasábamos bien”
Cárcamo: “¿Y por qué se acaba?”
Simonetti: “Yo creo que hay varias cosas que confluyen en esta cuestión. Se juntaron muchas cosas. Murió mi hermana. Vino la pandemia, que los permisos, que él tenía que venir en la moto, todo era un problema. Aparte él sobrelleva un problema con su niñita y eso es muy fuerte, la salud de su hija”.
