«Me contratan para ser anfitriona de un evento de tenis. Jugaba Marcelo Ríos contra el español Carlos Moyá… Nos fuimos a una fiesta y Moyá todo el rato conmigo de la mano», recuerda Kenita Larraín sobre su romance con el hispano
«Esto lo cuento porque hoy estoy en familia y felizmente casada. Mi marido me cuenta sus historias. Y todos tenemos pasado. Para nosotros hoy no es tema, porque tenemos una linda familia. No siento que estoy pasando a llevar nada», advirtió Kenita Larraín previo a recordar su relación con el ex tenista español Carlos Moyá.
La comunicadora está casada con el emprendedor argentino Fabián Ader y son padres de una niña. El deportista hispano también está casado y tiene tres hijas.
La primera versión sobre el romance de Moyá y Larraín surgió en febrero de 2004, cuando el diario La Tercera informó que, tras cancelar su matrimonio con Iván Zamorano, la modelo viajó a España para reencontrarse con el tenista. En esa época Larraín negó la información. En 2018 declaró: «Mentí para proteger a Carlos Moyá».
Luego de casarse la numeróloga ha contado su historia con Moyá, anterior a sus relaciones con Zamorano y Marcelo Ríos. En tanto ahora, en Juego Textual, ahondó en detalles:
“Un día estaba viendo televisión y un tipo estaba levantando una copa. Era un campeonato de tenis. Y yo dije ‘¿quién es ese guapetón? Se pasó. Qué regio’. Y sentí ‘qué tipo más regio, qué ganas de conocerlo’. Además que me llegaba de él una energía muy linda, porque cuando uno mira a alguien no solo mira el físico, también la parte energética, a nivel inconsciente.
“Estaba levantando la copa de Roland Garros y yo no tenía en cuenta cómo se llamaba ni quién era. No sé cuánto tiempo pasó después. Yo hacía eventos y entregaba premios, además de los desfiles. Me contrataron de una productora un gran amigo para ser anfitriona de un evento de tenis.
“Jugaba Marcelo Ríos, que yo no lo conocía en ese tiempo, contra el español Carlos Moyá. Y es una persona tan linda, en la familia es un siete.
“El estaba jugando contra Marcelo. Termina el evento, me fui a mi casa, y mi amigo de la productora, que estaba también relacionado con el tenis, me dice ‘van a hacer una fiesta en la Oz’. ¿Se acuerdan de la Oz? Era la discoteque que estaba de moda, la más cool. Era topísima. Y ahí iban a hacer un desfile de modas. Las modelos más top, más preciosas.
«Y me dicen ‘ven, porque vamos a ir todos los del evento’. ‘Ya, ok’. En el segundo piso habían hecho un vip especial dentro del vip.
“Me toma la mano mi amigo y me dice ‘ven, que te voy a presentar a Carlos Moyá’. El estaba sentado en el sillón. Lo veo, ‘hola’, lo saludo, me iba yendo, y mi amigo y Carlos me dicen ‘no te vayas, quédate acá’. Y yo sintiéndome mal porque me daba mucha vergüenza quedarme de winner, de patúa cuando alguien no te llamó…
“Y se pone a conversar conmigo. Y hablamos, hablamos. Empezó el desfile de moda y dije ‘¿qué posibilidad tiene de pescarme a mí con el medio desfile’. Pero siguió conversando conmigo.
«Al final lo conocí. Y después dijeron ‘toda la fiesta se va a ir’, en ese tiempo, ‘donde la pareja de Rubén Campos’. Nos fuimos a una fiesta y él todo el rato conmigo de la mano. Y yo ‘no puede ser, estoy soñando’.
“El se iba al otro día a España. Nos dimos los teléfonos, quedamos de vernos. Y a las semanas me invitó a España. En ese tiempo estudiaba arquitectura, tampoco era tan fácil estar yendo de viaje. Al final hasta me cambié de carrera, porque soy ingeniera comercial».