Rafa Cavada y la paternidad a los 50: «La gente tiene hijos entre los 20 y los 30 y te quedan cinco décadas para estar con tus hijos… Yo tengo 25, yo tengo la mitad del tiempo disponible»
“Y esto de ser padre a los 50 años», le planteó Eduardo Fuentes a Rafael Cavada en Buenas Noches a Todos.
El periodista de 55 años tiene tres hijos pequeños fruto de su matrimonio con Fiorella Choca, con quien se casó en enero de 2014.
El rostro de las noticias en Chilevisión respondió:
“La mayoría de la gente tiene hijos entre los 20 y los 30, entonces sacas el cálculo y te quedan cinco décadas para estar con tus hijos. Para acompañarlo, guiarlo, educarlo, ser su confesor, pelearte con él, no hablarle, volver a hablarle. Yo tengo 25, yo tengo la mitad del tiempo disponible.
“Entonces trato de dedicarle más tiempo a mis hijos. Una de las cosas que opera en dejar de trabajar en la mañana, no es la causa, pero es uno de los grandes beneficios, que durante un mes me voy a poder dedicar exclusivamente a colaborar en aquello. Después veremos si hay más proyectos.
“Pero poder dedicarle un tiempo sobre todo a mi hijo que tiene cuatro meses y medio, ahí es fundamental estar. Y yo lo recibí cuando nació, entonces es más fundamental estar”
Eduardo Fuentes: “Literal, porque no alcanzaron a llegar a la clínica”
Rafael Cavada: “Ese día viajamos con mi señora en auto a dejar a una amiga de ella en Uruguay, volvimos y se sentía mal. Entonces llamó a una partera que la había acompañado en sus otros dos embarazos y me dijo ‘esto es para mañana, no te preocupes, están súper bien’, y se fue.
“Mi señora pasado un rato se metió a la ducha y no salió más del baño. Yo le decía ‘¿estás bien?’. ‘Sí’. ‘¿Necesitas algo?’. ‘No. Lárgate’. Y en algún momento me llamó, entré y el trabajo de parto había empezado. Ya no había tiempo para llamar a nadie, fue muy rápido y a mi hijo lo recibí yo”
Fuentes: “¿Y cortaste el cordón umbilical?”
Cavada: “No, no lo corté, se lo di a mi señora. Esperamos que llegara la partera y de ahí nos fuimos a un hospital, donde la atendieron e hicieron todo. Pero en esa ocasión yo fui el partero, yo lo tomé en brazos, se me resbalaba, pasé los sustos más grandes. Una experiencia brutal, adrenalina al máximo”.