El severo raspacacho de Tonka a Alvaro Salas
La madrugada del sábado Alvaro Salas chocó. Como el árbol con el cual impactó estaba viejo y apolillado, amortiguó el golpe. Eso lo salvó de consecuencias más graves que los rasmillones que sufrió –MIRE AQUI TODOS LOS DETALLES DEL ACCIDENTE-.
Esta mañana el humorista de 63 años sacó la voz en un contactó telefónico con el matinal de Canal 13. Allí entregó su versión del choque y realizó un mea culpa por haber manejado tras beber «seis, siete copas de vino». Sin embargo, eso no lo salvó del raspacacho de Tonka Tomicic –VEA ACA EL VIDEO-.
Esto fue lo que se dijo en Bienvenidos:
Alvaro Salas: “Es un momento para aclarar algunas cosas que no son muy exactas. Me salió sangre de nariz. Y una cosa que tengo que averiguar es por qué no se me activó el airbag. Entonces, me golpeé con el volante a la altura de la frente. Por eso tengo unos pequeños moretones a la altura de los ojos. Me miro al espejo y parezco un oso panda.
“El cinturón de seguridad, que siempre lo uso, por suerte, con el impacto me anduvo pegando un apretón bastante fuerte. Las costillas las tengo un poco sensibles. Cuando toso o estornudo, me duele mucho. Pero eso son las únicas repercusiones de salud. Después del incidente fui a la clínica y estuve toda la mañana del sábado. Me hicieron todos los exámenes habidos. Y felizmente no hay nada más grave.
“No hay excusas. Había tenido un día de mucha actividad, de mucho que hacer, y fui a un cumpleaños. Pero no me quiero victimizar. Yo tengo toda la culpa de lo sucedido, porque fui al cumpleaños de una familia amiga. Vecinos que viven a 10, 12 minutos de mi casa. Y uno dice, que está tan cerca, ‘voy en mi auto, qué tanta cosa’.
“Una fiesta muy entretenida, una reunión de amigos muy entretenida. Y fui uno de los primeros en venirme, porque tenía sueño y estaba cansado. Para qué estamos con cosas, uno va a un cumpleaños, pero yo solamente tomo vino, no bebo licor o tragos fuertes. Pero muy medido. Tengo 63 años…”
Tonka Tomicic: “¿Cuánto tomaste? Porque se dice que estabas en evidente estado de ebriedad”
Salas: “Yo no sé a qué le llaman ‘evidente estado de ebriedad’. Me debí haber tomando unas seis, siete copas de vino durante la noche, y comiendo además. Antes de venirme me tomé un café, mezclé agua con bebida. Lo que sí debo reconocer es que venía con bastante sueño, y fue lo que pasó, lo que sucedió”.
Martín Cárcamo: “¿Qué pasó, Álvaro? ¿Tú venías manejando y te quedaste dormido?”
Salas: “Venía solo. Uno normalmente anda acompañado. Esta vez no estaba mi señora. Venía solo. Y pongo música. De verdad venía concentrado, venía bien, pero cansado, y surgió este inconveniente… Se publicó que venía con una niña veinteañera al lado… Detrás de mí venía la hija de Jorge Cornejo, la hija menor, que tiene como 20 años y venía con su pololo. Y por eso fueron los primeros en llegar. Venían detrás mío, porque fueron los primeros que se fueron en ese minuto y ver el incidente…
“Yo me bajé y me subí en el auto de ellos, porque mi auto quedó deteriorado. Si hay algún testigo que me vio con estas personas, fue por eso mismo. Pero yo iba solo. No es que haya ido con alguien, por suerte, porque algunas veces es el acompañante el que más sufre, más que el conductor.
“No sé quién inventó todo eso, porque a mí nadie me preguntó, ni Carabineros, qué cantidad había tomado. Yo hubiera estado en estado de ebriedad, me hubieran dejado detenido. Primero me hicieron el alcotest, el que se sopla, y no arrojó resultado para que me detuvieran. Me dejaron que me fuera y me fui a la clínica a hacer los exámenes protocolares.
“El alcotest no arrojó resultados positivos. Sí me hicieron la alcoholemia, que el resultado final, según lo que me dijeron, está para quince días más. Insisto, uno ya tiene una edad donde ya sabe hasta donde… Insisto, uno no debería hacerlo. Pero una sabe y tiene la costumbre de hasta donde puede, porque sentía que podía manejar. Estaba a diez minutos de mi casa. Me sentía en condiciones de manejar.
“Tuve la mala suerte de que me sentía muy cansado, eso lo reconozco. Pero si hubiera estado ebrio, me hubiesen dejado detenido. En este minuto estoy sin vehículo, sin licencia de conducir, esperando el resultado.
“En mi vida que llevo manejando, jamás había tenido un percance, jamás había chocado. Y de verdad uno queda medio bloqueado en ese minuto. Imagínate ver el vehículo destrozado en su parte delantera. Me bajé por mis propios medios y me subí al auto de la Coté. Y es eso.
“La familia del dueño de casa (del cumpleaños) llegaron y me acompañaron en el trámite de Carabineros. Se portaron muy bien en la 16° (Comisaría) de La Reina. Quizás debí haberme ido en taxi o haberme venido más temprano. Igual uno se equivocó ahí, para qué estamos con cosas.
“No me dieron un trato especial. Sí tuvieron una gran deferencia. Hicieron todo el trámite. Ellos tienen ahí un centro médico, donde hacen la alcoholemia. Y estuve toda la noche ahí, porque el trámite es medio lento. Como a las cinco, seis, me dijeron que me podía ir y me fui a la clínica para descartar lesiones.
Tomicic: “¿Y sobre el alcotest? Cuéntanos más”
Salas: “Al principio costaba, porque soy asmático y me costaba, porque había que respirar profundo y botar el aire. Y yo tengo poca capacidad toráxica. Costaba que marcara. Lo vieron y me dijeron ‘pasemos a la siguiente etapa’. Y no me lo mostró. Pero insisto, si hubiese estado curado, como dicen algunos medios, no me habrían dejado ir. Yo colaboré completamente con ellos… Los escucho conversar y he aprendido harto en este rato. No tenía idea todas las implicancias que tiene”
Tomicic: “Pero Alvaro, todos sabemos de las implicancias, después de la Ley Emilia, de manejar con alcohol. Es un riesgo para uno y un riesgo para el entorno. Me imagino que tú has aprendido. Pero aún así, es un shock de conciencia, porque pusiste en riesgo tu vida y la vida de muchas otras personas. Imagínate si hubieras ido con tu familia”
Salas: “Tonkita, yo partí diciendo que yo tengo toda la culpa. No me estoy eximiendo de responsabilidades”
Tomicic: “No, yo te lo digo porque tú me dices ‘he aprendido mucho’. Pucha, hartas lecciones hemos sacado en el último tiempo, sobre todo de la Ley Emilia. Hay una cuota de responsabilidad de que, cuando uno bebe, no maneja”
Salas: “Y aunque uno vaya a cinco cuadras de su casa, es la misma cosa. No tiene nada que hacer. Yo creo que fue el cansancio el que me hizo incurrir en esta falta. Insisto en que yo no me eximo de responsabilidad. Toda la culpa la tengo yo. Para mirar esta cosa con más optimismo, debo decir en mi defensa que el árbol también estaba con una copa…»
