Glamorama
Fernanda Hanse y su hija Amalia en una foto que comparte en su Instagram fernandahansenr

La hija que le robó el corazón a Fernanda Hansen

Autor: Andrés Cantuarias / 22 septiembre, 2016

Tuvieron que pasar seis años para que Fernanda Hansen pudiese recuperarse del peor golpe de su vida. La periodista tuvo un período lleno de dolor físico y del alma.

Tras el grave accidente a caballo en la parcela del recordado Felipe Camiroaga, que ese invierno de 2009 era su pololo, vino una lentísima y sufrida rehabilitación. Y en 2011 Fernanda comenzó un largo duelo tras el trágico accidente aéreo en Juan Fernández.

Pero Hansen se convirtió en un ejemplo de ganarle a la adversidad. En febrero del año pasado se casó con el publicista y empresario Rodrigo Rozas, con quien tuvo a la preciosa Amalia, la niña que cumplió un año y que es el centro de su vida.

Y ahora, tras un extenso período fuera de la televisión, la ex animadora del matinal de Canal 13 contó en La Mañana –MIRE AQUI EL VIDEO– que está lista para volver a trabajar. Estas fueron sus palabras en el programa de Chilevisión:

Fernanda Hansen: “Ella está acostumbrada a verme a mí, porque todavía duermo con ella”

Pamela Díaz: “Está malcriando a esa niña ¿Cuánto tiene? ¿Once meses?”

Hansen: “Es que no puedo evitarlo. Después no va a querer dormir más conmigo, a los 18 me va a decir ‘¡te odio!’. Entonces tengo que aprovecharla ahora. O a los 14, 15, imagínate. Como que la estoy aprovechando harto. Ahora, antes de venirme, por ejemplo, se despertó, cachó como que no estaba en la cama y se puso a llorar altiro. Tuve que hacerla dormir un ratito antes de venir, es súper regalona.

«Todavía no se me ha hecho una realidad como tan evidente de tener que salir de la casa y dejar a mi guagua. No sé si se me haría muy difícil. Me encantaría, evidentemente, poder compatibilizar algo que no me tenga de las ocho de la mañana a ocho de la noche»

De Moras: “Pero quizás la tele, ponte tú”

Hansen: “La tele te da esa ventana. Pero parece que no ha salido nada últimamente”

Díaz: “¿Qué no harías? ¿Yingo?”

Hansen: “No sé. Qué no haría… Farándula”

Díaz: “¿En serio?”

Hansen: “Lo he dicho antes: ya hice. Uno, cuando ha hecho cosas, también puede decir qué es lo que no haría”

De Moras: “Hace un tiempo fuimos al sur, a Osorno. Teníamos que hacer una presentación a las mujeres del sur y tú hablaste algo súper lindo. ¿Lo puedo comentar? Hablabas de como crecer a través del dolor”

Hansen: “La resilencia, de lo que yo siempre he hablado. Superar la adversidad y salir fortalecida de eso”

De Moras: “Eso te construye hoy en día en una mujer, madre, que también te hace estar mucho más firme, en un eje mucho más centrado ¿Cómo ha sido esa transición?

Hansen: “Hubo un tiempo en que yo me reafirmé sola con distintas cosas. Afortunadamente, ahí fue cuando los caminos se me abrieron y la vida me sonrió de una manera que nunca me la imaginé. Fue conocer a mi marido. Desde ahí todo empieza a cambiar mucho.

«La maternidad viene a coronar algo que no me puedo explicar lo maravilloso y este amor que uno no puede dimensionar que existe, que uno es capaz de amar tanto. Mi niña vino a coronar una época en que yo, lo digo sinceramente, me levanto todos los días y agradezco la vida que tengo y lo que la vida me ha entregado.

«Me siento muy afortunada, en todo sentido. Pero en la televisión siempre me vuelven al tema del dolor y qué se yo. Yo digo que ya es una etapa súper cerrada”.

De Moras: “Obviamente ya pasaste por la época del dolor y va a seguir apareciendo”

Hansen: “Todo el mundo vive dolores distintos, todo el mundo sufre de alguna manera. Lo que pasa es me tocó estar en un minuto súper expuesta, muy en la palestra. Y lo que yo siempre he dicho: si yo converso sobre el tema, o digo algo respecto al tema, es porque siento que para eso uno es también comunicador. Porque uno es finalmente un canal para un cierto mensaje. No importa que lo diga, pero si yo lo he vivido y si eso le va a servir a alguien en la casa para algo, buenísimo y valió la pena. Sino, es ser autorreferente por las puras”

De Moras: “¿Y valió la pena para ti en ese crecimiento?”

Hansen: “Me siento súper mejor persona. Me siento más noble, menos exitista, menos banal en muchas cosas. Más preparada para el dolor, aunque es súper irónico. Me siento más preparada para el dolor, pero al mismo tiempo le tengo mucho miedo al dolor.

«Tengo una hija, y eso cambia radicalmente. Hoy por hoy mi gran miedo, así que yo creo que no podría, es que algo le pasara a ella, o a mí familia en general. Pero sí, me siento más sana, me siento más liviana, más tranquila, más en paz. Vivo mejor.

«Ese es como un resumen: vivo mejor. Me doy cuenta que la felicidad es algo que no es tan difícil de alcanzar, que simplemente es algo que está en uno y finalmente es agradecer lo que uno tiene y vivir sobre eso».