Las hilarantes infidencias sexuales de Delfina Guzmán a los 88 años
Joaquín Méndez: «¿Tuviste ganas de tener sexo conmigo?»
Delfina Guzmán: «Sí mijito» (Risas de todos los comensales).
Joaquín: «¡Besame!»
Este fue uno de los tantos momentos adorables que protagonizó Delfina Guzmán en el último capítulo de La Divina Comida.
La querida actriz se mostró como una persona de 88 años extremadamente agradable, vivaz, simpática y deslenguada –MIRE AQUI EL VIDEO DEL CAPITULO COMPLETO-.
Conquistó a todo el grupo de comensales invitados al espacio donde cada uno debió cocinar y ser el anfitrión de una cena para todo el grupo.
La actriz que lleva 60 años sobre los escenarios y actúa en la teleserie La Colombiana, de TVN, trató como un nieto a Rafael Gumicio, a quien conoce de niño ya que era muy amiga de la abuela del columnista. Celebró la belleza de Nataly Chilet, a quien trató «mijita» o «chiquitita» y tuvo un tierno pinchazo con Joaquín Méndez, el más simpático de los chicos reality, con quien se dio varios «piquitos».
Además, la madre del Ministro Secretario General Nicolás Eyzaguirre, demostró que mantiene un espíritu joven y libre en varios aspectos, como por ejemplo con sus hilarantes infidencias sexuales. Aquí van algunos ejemplos:
«ME CASE VIRGEN»
Delfina Guzmán: «Yo me casé virgen. ¡Me casé virgen! Y en la noche, por suerte, uno de mis cuñados era médico. Nos tocó dormir en la pieza de él y comenzamos a buscar unos libros de Medicina, porque no sabíamos por dónde era»
Nataly Chilet: «¡¿Cómo?! ¡Esto sí que no lo había escuchado nunca!»
Delfina: «¡Pero si así era pues, mi amorcito! Fíjate la edad que tengo yo»
Chilet: «Eso tenía que ver con una delicadeza de no hacerte daño»
Delfina: «A lo mejor por miedo también. ‘No me vaya a equivocar y a metértelo por otro lado'»
Joaquín Méndez ríe a carcajadas.
Chilet: «Claro, una delicadeza»
Delfina: «Pero si yo no había visto ningún órgano masculino, pues oye. Porque… Ah, creo que a mi hermano se lo vi una vez que me lo mostró. Pero no sabía cómo era. Me acuerdo la primera vez que estábamos conversando con unas amigas, dijeron ‘¿sabes tú cómo se hace el amor? ¡Te meten una cosa así que tienen ellos aquí!’.
«‘¿Pero cómo lo tienen? Se les notaría’. ‘No, porque te lo cubre el pantalón, por eso que andan ellos como medio pal lado, y esa tremenda cosa te la meten’. Y yo dije ‘¡never in my life! ¡Por ningún motivo! ¡Que horror!’. Entonces tenía terror de eso. Por eso busqué cómo era el orificio que soportara semejante…»
«HE FINGIDO MUCHAS VECES»
Delfina Guzmán: «Si no tienes orgasmos ¡se mueren!»
Rafael Gumucio: «¿Pero tú has fingido?»
Delfina: «Yo he fingido muchas veces. Cansá como perro, lo único que quiero es dormir, y el otro dale y dale y dale, porque son incansables. Entonces yo, claro, ‘ahhh, ahhh, ahhh’, y listo»
«¡Qué me importa ser puta! ¡Si no importa ná poh!»
«¡QUE ME IMPORTA SER PUTA! ¡SI NO IMPORTA NA POH!»
Joaquín Méndez: «¿Te tocó alguna vez hacer una escena erótica, una escena de beso? ¿Y no te pasaron cosas con el actor?»
Delfina: «No mucho, fijaté»
Rafael: «Pero con el director sí»
Delfina: «Es que fijaté que en la vida real tampoco…» (Se mata de risa)
Rafael: «Pero estuviste con un director…»
Delfina: «Me casé con un director, sí… Toy minitiendo, no hay nada más rico que mentir»
Nataly Chilet: «Leí un artículo en que usted hablaba de que en alguna época ser actriz era como ser prostituta, o sea, que mucha gente no entendía lo que era ser actriz. ¿Fue muy difícil enfrentar ser actriz en otra época?»
Delfina Guzmán: «Sí y no. Mijita, les encanta a las mujeres quejarse. ‘Oy, ¡qué atroz ser actriz si uno gana tan poco!’. Yo crié a 4 hijos sola. Sola, porque los caballeros estos, que son un amor, pero no me dieron nunca un peso. Sola y haciendo teatro, y militando en el Partido Comunista; haciendo televisión, haciendo lo que podía, lavando la loza y haciendo muy mal de comer, porque soy pésima pa eso.
«El teatro es el regalo que me hizo el país. Yo estudié gratis en la Universidad de Chile cuando este país era un país, no lo que es ahora. Y todo lo que dijeron, que era puta o que no era puta, ¡qué me importa ser puta! ¡Si no importa ná poh! ¡Es un detalle nomás!».
«¡ES TAN CANSADOR!»
El grupo levanta sus cosas para hacer un brindis, en la cena celebrada en el departamento de Rafael Gumucio.
Delfina Guzmán: «Por este encuentro súper, súper fascinante»
Joaquín Méndez: «Sí, pero a los ojos, porque o sino son siete años de mal sexo»
Delfina: «¡¿Cómo?!
Joaquín: «Es a los ojos, ¿no sabías? Si no te chinchineas a los ojos, son siete años de mal sexo»
Delfina: «¡Ayyy! ¡Pero Dios mío! Ahora entiendo»
Risotada de todos.
Delfina a la cámara: «Es una verdad que la acabo de adquirir. Bueno, aunque no creo que me quede demasiado tiempo para practicar aquel hermoso deporte. Mira como lo digo: ‘deporte’, porque ya a estas altura una lo considera un deporte. ¡Es tan cansador!»
EL FLECHAZO CON JOAQUIN MENDEZ
Delfina Guzmán: «Qué es rico tener plata. ¡A mi la plata me encanta!
Nataly Chilet: «¿Pero es tan importante? ¿Es tan importante tener mucho dinero?»
Delfina: «No. Es el placer sexual de la plata y gastarla»
Joaquín Méndez: «Te produce eso, sexo»
Delfina: «Tener la plata y gastarla en lo que se me pare la cueva, porque me encanta, me encanta ser pituca. Me encanta. No hay nada que me guste más… A mi me gustan los pendejos, oye. El Jackson y el…»
Nataly: «A mí me pasa lo mismo… Reconozco que ahí hay una debilidad… Como me pasó con este cuando lo vi (Toma el brazo de Joaquín)
Joaquín: «¿Tuviste ganas de tener sexo conmigo?»
Delfina: «Sí mijito»
Risas de todos.
Joaquín: «¡Besame!»
EL SEXO ESTA SOBREVALORADO
Nataly Chilet: «Delfina, disculpa que yo sea tan intrometida, ¿pero cuando terminó tu última relación?»
Delfina Guzmán: «Mi segundo marido, pero después tuve amorcillos, entre ellos un argentino»
Nataly: «O sea, ¿no extraña estar con una pareja estos últimos años? ¿No ha echado de menos esa parte? ¿La cucharita?»
Delfina: «Fijate que no, chiquitita. Hay muchas mujeres (que dicen) ‘cómo puede vivir sola’. Es que yo no vivo sola, yo vivo repletísima de gente, con demasiada gente de repente. La verdad de las cosas es que tengo tanta gente que yo quiero, que me quiere a mi, que me regalonea, que me invita, que me da gustos, que me regalan cosas. Yo soy una privilegiada, mi amorcito. Me da como un poquito de vergüenza. Entonces, el sexo fijaté que ya no me acuerdo mucho como era»
Nataly: «Pero más allá del sexo, hablo como de una relación humana de vivir con alguien»
Delfina: «Mira, yo te voy a confesar algo que he dicho varias veces: Yo nunca quise a un hombre tanto como he querido a mis hijos. Nunca. La relación con mis hijos es lo más brutal, salvaje, intensa, profunda e indiscriminada que puede existir. Yo los miro y pierdo el seso. Entonces, esa es una cosa que yo pienso que nunca miré a mis maridos así. Nunca»