Kathy Salosny: “Me encantaría que a partir de este estallido social se pueda reinventar la televisión”
Kathy Salosny no le teme a un nuevo comienzo. La ex animadora de Mega y TVN, de 55 años, 37 de ellos en televisión, apostó por un programa de entrevistas en un canal más pequeño, pero con la libertad suficiente para hacer las cosas a su modo.
“Es como volver a empezar. Me lo tomo con mucho orgullo, porque tenemos nuestra propia línea editorial”, comenta a Glamorama sobre Hablemos de Chile, su nuevo espacio en Telecanal, que va todos los miércoles a las 23 horas -se repite los sábados a las 22-. Su primer invitado fue Aldo Schiappacasse.
Salosny lanzó su programa en un café de Providencia. En conversación con este sitio, la ex conductora de matinales como Buenos Días a Todos y el Mucho Gusto relató cómo nació este nuevo proyecto y realizó una reflexión respecto al rol de la televisión tras el estallido social:
¿Cómo te tomas pasar de ser rostro de canales grandes a estar en uno más pequeño?
Kathy Salosny: “Es como volver a empezar. Me lo tomo con mucho orgullo, porque tenemos nuestra propia línea editorial. Un canal que nosotros lo elegimos, Telecanal, porque no está la presión del rating. Entonces, podemos tener lo invitados que nosotros queramos y una conversación libre, profunda, íntima sobre este nuevo Chile.
“Es una idea que teníamos de antes del estallido social, con José Antonio Leiva, que es productor ejecutivo y periodista del programa. Somos un equipo de tres personas. Eso también es muy bueno. Súper austero, muy minimalista,
“Nos desconectamos. Salí de TVN, salió también José Antonio, cuando ya dejó de haber tanto contenido (ambos trabajaron en el late No Culpes a la Noche). Después nos tomamos un café y en un minuto: ‘¿Por qué no soñamos y pensamos?’. ‘Ya, maduremos la idea’. Pero esto fue en un lapso de un mes. Fuimos a Telecanal, hablamos con Rodrigo Cabezas, y nos dijo ‘ya, hagámoslo’. Y ahí partimos”
“No hay que subestimar un canal pequeño, un canal que tiene ganas de crecer. Es un canal que también quiere entregarle contenido. O sea, yo no tengo grandes ambiciones. A estas alturas de la vida, 37 años de carrera, soy súper crítica de la televisión abierta, como también lo ha sido la ciudadanía.
«La televisión se desconectó de la gente, con un sistema de medición que está obsoleto, donde no hay una cuota de riesgo y el rating es lo único que importa. ¿Cómo el público no iba a retirarse?
“Tener tu propia línea editorial y tener los entes sociales conocidos, desconocidos, pero que tienen algo que decir respecto a este nuevo Chile a mí me parece potente”.
¿Hay alguna lección que haya aprendido en estos 27 años de carrera?
“Cuando ya tienes 55 años, con una carrera importante, donde el público te ha instalado, porque es ganarse la confianza del público, no es tan fácil. Es la industria la que desecha a las mujeres, son las piezas que son cambiables.
«Y lo digo siempre y lo seguiré diciendo: hay un machismo soterrado, quizás mucho menos que antes, porque antes era peor, pero seguimos siendo las mujeres a quienes nos cambian.
«No podemos envejecer en pantalla, no nos salen canas, como a los hombres, no engordamos como los hombres. Esas cosas son violentas, sobre todo en los tiempos en los que estamos hoy.
“Yo las oportunidades que he tenido a mi edad, 55 años, era impensado hace varios años . Y es porque tengo un público que te instala. Yo tengo un público duro que sabe lo que pienso, conoce mi historia, lo que opino”
Hacer un programa así, en un canal más pequeño, ¿no es una suerte de rebelión en contra de los canales grandes?
“No, y lo digo con harta humildad. A mí me encantaría que la tele se reformulara. Me encantaría que a partir de este estallido social se pueda reinventar la televisión. Así como hay que pensar un nuevo Chile, también incluye la televisión abierta. La televisión abierta es súper importante.
“Pero tiene que haber un aprendizaje y una reedición de todo, una reformulación y apostar más. Yo insisto que el sistema de medición está bastante obsoleto, de los años 90. La sociedad cambió hace mucho rato. La diversidad que tenemos en Chile y el público no es tonto, se subestima”.