Glamorama
Cristián Sánchez y Diana Bolocco en una foto de archivo tomada de la web.

Cómo Cristián Sánchez superó la depresión: «Le dije (a Diana), así de entregado y de disminuido, ‘no puedo más, ayúdame…’»

Autor: Fran Varela / 22 agosto, 2020

En 2018, cuando aún estaba en el matinal de TV, Cristián Sánchez habló de la depresión que sufrió un tiempo antes.  «En ese momento veía todo, desde la levantada dos o tres tonos más oscuros que lo que realmente es en la vida. Me decían ‘¿puedes tal cosa?’, algo menor, y ‘te juro que no’. O sea, la angustia aumentaba por mil”, contó en pantalla.

Esta semana el animador de 48 años ahondó en el tema a través de una conexión con Francamente, espacio que Fran García-Huidobro emite a través de las redes sociales de Canal 13. Esta fue parte de la conversación:

Fran García-Huidobro: “Emocionalmente trabajar en un matinal, bueno, hoy día ni que hablar los contenidos de los matinales. Pero también hace un año, cuando tú te fuiste, me imagino que para una persona que es más vulnerable tocar temas como, por ejemplo, Fernanda Maciel o Nibaldo, a ti te tiene que haber costado mucho”

Cristián Sánchez: “Mucho. Yo te diría que en ese sentido los contenidos como los que tú mencionas me fueron carcomiendo. Me fueron carcomiendo mis cimientos, que no sé qué son, no puedo decir ningún material en especial. Pero me los fueron horadando y como que empecé a trastabillar y a cuestionarme, y lo empecé más que a disfrutar, a sufrir”

García-Huidobro: “¿Y consultaste con alguien cuando te diste cuenta que era una pena más permanente, un estado de ánimo permanente, más que un día que uno pueda andar triste?”

Sánchez: “Sí, pero me costó mucho. Viéndolo así como en retrospectiva, me demoré un par de años en sacarme bien la foto en la que estaba viviendo. Me acuerdo que un día, que después le comentaba a mi siquiatra, un día yo estaba con toda mi familia, estábamos celebrando el cumpleaños de alguno de mis hermanos y yo me vi.

“Creo que se llama trans no sé cuánto, pero me desdoblé y me vi a mí en ese momento, que se supone que es un momento de alegría, no disfrutando y estando así como vacío. Nada. Sin emoción, sin nada. Y ahí fue como ‘que heavy lo que estás viviendo’.

“Yo creo que ahí me… Porque empecé a tener muchos episodios y la Diana también se empezó a dar cuenta que yo llegaba…”

García-Huidobro: “Ella se dio cuenta antes que tú”

Sánchez: “Sí, eso es verdad. Ella estaba bien preocupada, me respetó harto el proceso, pero claro, se dio cuenta antes que yo. Porque yo llegaba del matinal y me preguntaba ‘¿cómo te fue?’ y uno puede decir ‘sí, bien’ o ‘mal’, pero yo me derrumbaba completamente. Entonces era mucho más potente que un mal día”

García-Huidobro: “Es bien heavy, porque yo que te conozco y la gente que te ha visto en televisión siempre te ha visto como un tipo muy alegre, muy liviano de sangre, muy pelusón. Entonces la gente dice, erróneamente, ‘¿pero por qué tiene depresión?, ¿por qué está triste? Es guapo, tiene una familia linda, le va bien, ¿qué le falta?’”

Sánchez: “Esa es la primera pregunta que me hice yo cuando me di cuenta de lo que estaba viviendo, que estaba con esa depre. ¿Por qué? Justamente en el día a día, en los mismos programas que uno hace uno ve unas realidades tremendas, que ahí uno podría decir ‘ahí lo están pasando mal’.

“Pero es algo mucho más potente, es algo que te mata la voluntad, que no basta con decir ‘hoy día me voy a poner de pie’. Lo hice mil veces y me imagino que hay mucha gente que lo hace. ‘Voy a seguir adelante y me voy a poner de pie de nuevo…’

«No se puede.

“Y eso es lo angustiante, que la voluntad queda completamente de lado. Todo lo que a uno lo han formado que con la voluntad uno puede mover montañas y cosas así, loco, no puedo. No puedo. Y en algún momento es como ‘por favor déjenme en paz, déjenme descansar o ayúdenme’”

García-Huidobro: “¿En qué momento dejó de ser ‘déjenme descansar’ y se convirtió en ‘ayúdenme’?”

Sánchez: “Lo tengo súper claro, fue aquí en la terraza con la Diana y le dije, así de textual, ‘no puedo más’. Porque, claro, una persona que lo ve de afuera, lo mismo, ‘oye, pero vamos, si tú puedes, si tú eres bueno y no sé qué cosa’. Le dije así, así de entregado y de disminuido, ‘no puedo más, ayúdame’. Y ahí contactamos a una doctora, a una siquiatra.

“Es muy difícil para los que trabajamos en televisión vivir algo así, porque en la tele todo es brillo, todo es luz, todo es risa. Entonces estar haciendo eso, es como la del payaso triste, por dentro llevando este peso, tratando de solucionarlo y desenmarañarlo y saber cuál es la salida.

“Es un proceso súper desgastador. El último año estaba haciendo el programa en ESPN, el matinal, el late, no tenía momento de arreglarme”.