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Julio Milostich y Sigrid Alegría en una imagen tomada de la pantallas de El Señor de la Querencia, de TVN.

“No podía llevármelas peladas. Es uno de los personajes más terribles que se ha hecho en las teleseries chilenas…»: Julio Milostich y las consecuencias de El Señor de la Querencia

Autor: Equipo Glamorama / 17 marzo, 2021

“No podía llevármelas peladas», afirma Julio Milostich sobre el desgaste que sufrió al protagonizar el rol que da el título a El Señor de la Querencia, teleserie nocturna de TVN que fue un éxito en 2008 y que llamó la atención por la maldad y desquicio del personaje interpretado por el actor.

Milostich fue invitado junto a Alejandra Fosalba y Bárbara Ruiz-Tagle, ambas parte del elenco de la telenovela, al podcast Reyes del Drama, disponible en YouTube. Allí el intérprete se refirió al trabajo en la producción dramática y, en parte, contó lo siguiente:

“Paramos un tiempo, un par de semanas, porque la Quena (Quena Rencoret, en ese tiempo directora del Area Dramáticae d TVN)) se dio cuenta de que la cosa estaba muy bullente, entonces decidió parar un par de semanas. Gracias a Dios teníamos una buena cantidad de escenas grabadas que podían salvarnos al aire.

“Entonces decidimos descansar, sobre todo yo. Avanzaron en otras escenas donde yo no estaba y yo me quedé dos semanitas tratando de recobrar un poco el aliento.

“Aún así no me las llevé peladas, aún así fue tremendamente agotador, pero a uno le gusta hacer ese tipo de personajes como actor, entonces es un poco sadomasoquista el asunto.

“Lo rico es cuando te tocan personajes así de fuertes, no solo por el lado de la maldad sino cualquier personaje que esté bien escrito. Lo que pasa es que aquí pasaron hartas cosas, era una buena teleserie, era un tremendo personaje, era un elenco pequeño, era una tremenda dirección y era una tremenda producción.

“Cuando los astros están aspectados de esa manera, que debe pasar cada 15 años en una teleserie, a mí me tocó estar en ese lugar y lo aproveché al máximo.

“Terminó la teleserie y terminó el proceso, puede que hayan quedado resquicios del asunto, pero pasó el tiempo y ya se sanó. No quedé cojo ni tuerto”.