«Le he ido contando todo lo que su papá lo esperó, cómo lloró cuando nos falló el primer tratamiento, la emoción cuando supo que lo estábamos esperando…”: Cecilia Bolocco, su hijo Máximo y Menem
«Carlos era un hombre amoroso”, afirma Cecilia Bolocco sobre Carlos Menem, su segundo marido que falleció el pasado 14 de febrero.
La animadora se refirió a su relación con el ex Presidente argentino y al distante y escaso lazo que tuvo este con su hijo Máximo, hoy de 17 años.
La historia de amor del político y la ex Miss Universo empezó en septiembre de 1999, fue muy comentada aquí y en Argentina y también llegó a las páginas internacionales.
En tanto, esta semana en el programa De Tú a Tú, en Canal 13, el animador Martín Cárcamo le preguntó a Bolocco sobre ello:
Martín Cárcamo: “Máximo se pudo despedir de su padre”
Cecilia Bolocco: “Sí, gran consuelo”
Cárcamo: “¿Tú sientes que fue un consuelo para él?”
Bolocco: “Sí. Máximo en los últimos años tuvo muchos problemas para poder acercarse a su papá. Siempre había trabas, nos cancelaban los viajes, en fin. Siempre hubo problemas. Y afortunadamente, cuando su papá fue internado y lo conectaron, pudimos acercarnos a él. Y Máximo pudo ir, entrar y estar a solas con él en esa habitación. Y aunque su papá estaba en coma, se tomaron de la mano.
“Él se tomó la foto más linda. Yo lo esperaba en el hotel, porque no me dejaron ir, y me llegó al corazón porque eran dos manos juntas. Ellos siempre se tomaban de la mano cuando estaban juntos. Carlos siempre fue muy cariñoso con Máximo. Lo que Máximo nunca entendió era que, cuando nos alejábamos, perdíamos contacto y era muy imposible volver a tenerlo
“Y tantas veces fue necesario para él entablar ese vínculo, esa conversación necesaria entre un padre y un hijo. Máximo me cuenta que estuvo horas, dos días seguidos, estuvo todo el día, desde la mañana hasta la tarde, a solas con su papá. Y me dice que en dos ocasiones el papá le apretó la mano. ‘Estoy seguro mamá que él me escuchó todo lo que le tenía que decir’.
“Él pudo vaciar su corazón y decirle todo lo que había guardado por tanto tiempo. Porque un padre al final siempre es un padre. Y todos esos encuentro que tuvo Máximo con su papá fueron siempre muy tiernos.
“Vieras las cartas que le escribía Máximo a su papá. Pero logró entender al final. Yo creo que a Máximo le tocó un proceso muy complejo, porque el papá se abandonó a la vida mucho tiempo. Eran otros quienes… Ese año 2018 él vio la realidad, tuvo un encuentro con el círculo de Carlos y con Carlos y vio la realidad. Lo que pasa es que no le permitieron estar a solas con él. Pero él vio lo que pasaba y entendió.
“Y después pudo tener ese espacio para descargarse y decirle. Yo creo que él terminó entendiendo. Además, yo le he ido contando todo lo que su papá lo esperó, cómo lloró cuando nos falló el primer tratamiento, cómo lloró Carlos de angustia. La emoción que sintió cuando supo que lo estábamos esperando”
Cárcamo: “¿Tú cómo quedaste cerrando este círculo de la muerte de Carlos?”
Bolocco: “Cuando supe que lo habían conectado, para extenderle su vida, me dio mucha pena”
Cárcamo: “¿Tú no tenías una mayor relación con él los últimos años?”
Bolocco: “No, era muy difícil, si no podíamos acceder a él. Nosotros, hasta las últimas veces que conversamos, él siempre muy tierno y cariñoso. Encontrar quiénes son los culpables no me interesa. No quiero saberlo. Yo solo sé cuál fue la realidad y lo que sucedió.
“Y lo que sucedió fue el no compartir con él los años que nos hubiera gustado, principalmente que Máximo compartiera con él. Para mí el hecho de que partiera finalmente fue un alivio, porque me dio mucha pena cuando me enteré que lo habían conectado, porque era el momento de partir y él estaba partiendo naturalmente.
“Pero cuando me enteré que murió ese 14 de febrero, mira la fecha, el Día del Amor… Era un hombre amoroso. Carlos era un hombre amoroso”
Cárcamo: “¿Tú eres capaz de diferenciar que no haya funcionado la relación de matrimonio con la paternidad de él con Máximo?”
Bolocco: “Pero por supuesto. Aunque yo tengo que decirte que él no era un hombre para formar familia. Yo me equivoqué, yo elegí mal”
Cárcamo: “¿Por qué?”
Bolocco: “Porque me enamoré de un hombre que amaba primero la política. Y no es que no me hubiese amado, porque sé que me amó, pero no tenía las habilidades para construir una familia. Tenía habilidades para ser político, y cuando su carrera política se le acabó empezó a morir.
“Así como no tenía las herramientas para construir una familia, o una relación de pareja, tampoco las tenía para ser padre”
Cárcamo: “Y eso lo puedes observar ahora con el paso del tiempo”
Bolocco: “Sí, correcto. ¿Cómo culparlo? No todos tienen esa habilidad”
Cárcamo: “Hay harta compasión de parte tuya también, para serte bien honesto. Hay una nueva mirada. Tiene que ver con la nueva Cecilia”
Bolocco: “Yo te voy a decir otra cosa. Yo creo que los hijos necesitan ese amor incondicional que muchas veces son los padres que debieran entregarlo, pero no es así. Muchas veces pueden ser otras personas. Y tampoco es necesario que sean los dos. Con que tenga una persona incondicional, pero bien puesta, y ya está».