«El juego televisivo en ese entonces era súper duro… Pero por Dios que era lindo ir a buscar el cheque a fin de mes, Luli», afirma Adriana Barrientos
“¿Cuál fue el tongo más grande que inventaste en tu carrera farandulera?”, fue una de las preguntas formuladas a Adriana Barrientos en la sección «deep test» de Pecados Digitales.
La figura televisiva estuvo invitada al capítulo del estelar de Mega exhibido hace una semana y esta fue su respuesta:
“Cuando me tuve que poner a llorar por los ‘pintocitos’ (se refiere a la situación que protagonizó hace más de una década con su pololo el ingeniero y ex participante del reality 1910 Daniel Pinto, y Luli. Ambas lloraron por este tema en un espacio televisivo argentino de farándula). Fue heavy. Esa vez yo estaba súper mal parada. Me acuerdo que me dolía la guatita porque estaba en mis días.
“Y de repente llego y veo que todo el mundo me estaba como atacando y la Luli se había metido en ese tiempo con mi pololo. Y yo estaba pero mal-mal. Me dolía, me dolía y me dolía la guatita. E inventé que estaba llorando por los pintocitos, porque me dolía la guatita como Christell”
“¿Qué fue lo tan grave que le hiciste a Luli?”
Adriana Barrientos: “Nada, eso es lo peor de todo. Nada que no haya estado dentro del contexto de la farándula. Lamentablemente hay personas que de repente se toman este juego televisivo de una manera muy personal y es ahí cuando les hace daño.
“El juego televisivo en ese entonces era súper duro. Pero nosotros también teníamos jefes, teníamos contrataciones y por Dios que era lindo ir a buscar el cheque a fin de mes, Luli.
“En todo caso le envío un beso, toda la buena onda, paz y amor para ella. Así como lo hice con Pamela Díaz. Que ahora, al contrario, me sumo a la Pamela, me gusta la Pamela, la admiro, lo ha hecho increíble y creo que tener buena onda con la gente suma mucho más que tener mala onda.
“Así que le envío un beso a Luli. Quise saludarla en el evento de la Pamela (realizado hace un mes), al parecer no hay caso que ella pueda avanzar. Uno en la vida tiene que avanzar y dejar cosas atrás en el paso. La gente cambia, la gente es linda y al día de hoy se lleva la buena onda y siempre tendría que haber sido así.
«Pero bueno, no nos podemos quejar ahora. Comimos y comimos bien y nos pagaron súper bien”.