«Ibamos a comer a un lugar en Huérfanos… Pedimos los completos. Y le corría la mayonesa por aquí a Julito Iglesias. Se comió dos», recuerda José Alfredo Fuentes
“Ustedes salieron con Julio Iglesias a comer completos al centro”, le preguntó Martín Cárcamo a José Alfredo Fuentes.
Entonces el cantante chileno de 74 años relató la historia con el español de 78 ambientada en el centro de Santiago hace unas cinco décadas,
Este fue el relato de Fuentes en el espacio que emite Canal 13:
“Julio todavía no era el furor, vino por el Festival de Benidorm, que él ganó, entonces tenía derecho a venir a Chile y un chileno iba al festival, había un intercambio.
“Se estaba jugando el Ritmo Baby en el Estadio Nataniel. Se hacía un campeonato de rostros, figuras, grupos musicales, que jugaban baby fútbol unos con otros. Y Julio fue invitado a la tribuna junto a María Pilar Larraín, que era la presidenta de la revista Ritmo.
“Lo presentan en algún medio tiempo, toda la gente lo aplaude, pero no con el fervor de hoy en día. Ya sonaba su primera canción, había sido un éxito, pero todavía no era lo fuerte que sabemos que es hoy día.
«Andaba con chaqueta azul con una insignia acá, y termina el campeonato como a la una de la tarde. Entonces yo con Wildo y Buddy Richard íbamos a comer el Mermos, un lugar que estaba en Huérfanos, donde hacían unos hotdogs exquisitos y unos jugos en unos tarros.
«Ibamos para allá y lo vemos que está solo Julio, y me acerco y le digo ‘oye, vamos a ir a comer un sandwich, ¿quieres acompañarnos?’. ‘Ya’, dijo inmediatamente. Andaba con un representante nada más. Nos ha pasado muchas veces que cuando andas solo, andas botado por ahí”
Cárcamo: “Y ‘vamos a comernos un completo’”
Fuentes: “Claro. En ese tiempo se decía hotdog, porque había el especial y el completo. Y nos fuimos al Mermos, nos sentamos en la barra y pedimos los juguitos y los completos. Nos miró Julio cómo los comíamos. Y le corría la mayonesa por aquí a Julito. Y le encantó. Se comió dos con ají, con palta, con mayonesa, con todo.
“Después cuando pasaba el tiempo y volvía Julio a Chile me decía ‘uno de los momentos más lindos, que nunca más voy a poder vivir, es haber ido a comer con ustedes ese completo a una fuente de soda’. Porque era uno más entre toda la gente”.