Glamorama
Carolina Fadic en una imagen de archivo tomada de la web.

«Carolina Fadic era una delicia. Una cabra chica irreverente. Tenía cara de angelito. Preciosa. Y era muy deslenguada…», recuerda Consuelo Holzapfel

Autor: C. Z. / 5 marzo, 2022

“Cuando falleció, cuando murió, para mí fue muy impactante», dice Consuelo Holzapfel sobre Carolina Fadic.

La actriz de 65 años se refirió a su compañera de elenco en teleseries clásicas de TVN como Oro Verde, Iorana, Estúpido Cupido y Rompecorazón, fallecida en 2002, a los 28 años, tras un accidente vascular encefálico.

Holzapfel repasó su carrera en el podcast Impacto en el Rostro, centrado en los protagonistas y realizadores de la industria de las teleseries chilenas.

Una de las consultas que le formularon fue:

«¿Qué era lo que más te gustaba de ‘Rosemary Garay’ (su personaje en Rompecorazón, 1994)? Que también se enamoraba de Francisco Reyes, el personaje”.

La artista respondió: «Compitiendo con la Carolina Fadic… Ay, qué divertido. Compitiendo con esa belleza, esa maravilla.

“¿Qué es lo que más me gustaba de la ‘Rosemary Garay’? Su sofisticación con su millón de dólares. Esa cosa de vestirse de reina todos los días. Yo nunca más me iba a poner esos vestuarios. Nunca más me iba a poner esos aros, tener una casa así, con una piscina así, con estas nanas, este dormitorio, escalones, donde yo lloraba en los escalones.

“Qué chistoso cuando lloraba por Pancho Reyes. Me tiraba en esos escalones a llorar. Su sofisticación tan divertida. Tan arribista la Rosemary. Tan feliz que la hizo este millón de dólares.

“Y pucha, la Carolina era una delicia. Era una cabra chica irreverente, insolente. Abría la boca y no se juntaba con su cara. Yo le decía ‘no abras la boca, que no se junta con tu cara’ (ríe).

«Ella tenía cara de angelito. Era preciosa. Y era muy deslenguada. Yo la vi siempre a ella muy deslenguada y muy divertida. Me llevé muy bien con la Carolina. La quise mucho.

“Cuando falleció para mí fue muy impactante. Yo estaba en la escuela de teatro acá, en Valparaíso, en una escuela que dirigí durante muchos años en la Universidad del Mar. Recuerdo muy bien ese día. Muchos alumnos de la escuela de teatro nunca más antes ni después me vieron en ese estado.

“Me dio mucha pena. Nunca imaginé que ella se iba a morir. Era una chica llena de vida y divertida como ella sola. Y muy chistosa. Estuvimos juntas en Iorana, en Isla de Pascua. Ahí compartimos mucho.

“Qué ganas de ver también esa teleserie ahora. La vi hermosa a ella, exquisita, bien sincera también como actriz. Cuando tenía dudas de algo, o necesitaba corroborar algo, tuvimos harta confianza nosotras como de colegas. ‘¿Me voy por aquí o no me voy?’. Yo también con ella. Harto diálogo de colegas queridas. La recuerdo con mucho cariño”.