«Es un premio, que no todos llegan a ser bisabuelos… A mi bisnieta le canto y me mira, me ve, me busca con los ojos», relata Don Francisco
«Ha sido muy especial, porque uno entiende que es un premio, que no todos llegan a ser bisabuelos», relata Don Francisco sobre su primera bisnieta.
Ilan Numhauser, el hijo mayor de Vivi Kreutzberger, fue padre por primera vez en enero de este año.
Philippa se llama la niña y Don Francisco fue consultado por su rol de bisabuelo en un capítulo de Socios de la Parrilla grabado hace meses y emitido esta semana.
Este fue el diálogo en el espacio con Pancho Saavedra, Jorge Zabaleta, Pedro Ruminot y Kramer:
Mario Kreutzberger: “En esta etapa he tenido oportunidad de ver, a pesar de que la bisnieta vive en California, en Los Ángeles, y yo vivo en Miami, pero nos hemos visto bastante”
Jorge Zabaleta: “Igual es loco, porque en la medida en que uno va creciendo uno va conociendo distintos afectos y amores, el amor de hijo a la mamá, después el amor de padre, después el amor de abuelo… ¿Qué pasa con el amor de bisabuelo?”
Kreutzberger: “Como te digo, ha sido muy especial, porque uno entiende que es un premio, que no todos llegan a ser bisabuelos, y se aprecia cada momento distinto”
Zabaleta: “¿Es un buen momento Don Francisco?”
Kreutzberger: “Yo diría que mejores momentos han habido. Claro, porque es un buen momento que tiene ciertas limitaciones. Me imagino que cada uno tiene una opinión distinta. Todo lo que hicimos fue ayer, lo importante es lo que vamos a hacer hoy día, esta noche, mañana.
“Aprecio todo lo que hemos logrado hacer durante el tiempo, lo apreció mucho, pero para vivir no podemos vivir con el recuerdo, tenemos que vivir con el presente”
Pancho Saavedra: “El presente lo está viviendo hoy día y quiero mostrarle estas imágenes…»
Kreutzberger: “Le estaba cantando ahí una de las canciones que hice con mi hijo Patricio, mi hijo mayor, para el clan infantil de Sábado Gigante. Entonces llenábamos el estudio de niños y cantábamos estas canciones.
“O cuando tenía un bebé chico le cantaba siempre una canción, la ponía en brazos y decía ‘cuando llega la noche y queremos dormir, cerramos así los ojitos y empezamos a soñar’. Y a mi bisnieta también se le canto, y lo que me llama la atención es que yo creo que a ella le llama la atención la canción.
“Es lo que yo siento, que me mira, me ve, me busca con los ojos. Bueno, corresponde eso a mi edad, porque si yo contara esto mismo cuando tengo 32 años los demás dirían ‘está medio loco este weón’. Ahora no”.