«Pensión de alimentos provisoria de casi tres millones de pesos que se paga religiosamente… Pago la casa, de cuatro pisos, en Los Dominicos, piscina, cinco baños, seis habitaciones», responde Iván Núñez
«Llevo más de tres años soportando en silencio la difusión de mentiras sobre mi separación», afirma Iván Núñez en una publicación que realizó en su Instagram, luego de una serie de declaraciones de su ex esposa, Marlen de la Fuente, en la misma red social.
A tres años de que se hizo pública la separación del matrimonio de periodistas, padres de cuatro hijos, De La Fuente viene manifestándose desde el martes de esta semana.
La profesional afirmó que «ya han pasado tres años de mi separación y a petición de los rogantes (mis cuatro hijos, uno mayor de edad y otra con 17 años), expongo algunos documentos para esclarecer dichos de los cuales causaron y continúan dañando emocionalmente a mis niños, quienes tuvieron que enfrentarse a crueles preguntas y comentarios debido a las publicaciones realizadas por ella».
De la Fuente se refiere a dichos de la nueva pareja de Iván Núñez, la brasileña que reside en Chile Thais Jordado, de 29 años -la relación data de 2019 y en enero de 2021 nació su prime hijo-.
Jordao escribió en Instagram en 2021: «Esa relación se acabó por la ex estafó a su ahora ex marido (Iván Núñez). Creo que cuando hizo eso no pensó en ningún niño, ¿verdad?».
A lo que De la Fuente respondió publicando una conversación por WhatsApp de agosto de 2019 con su ex esposo, donde este le manifiesta: «La infidelidad e irresponsabilidad es sólo mi culpa. Soy una mier… de persona. Esta cag… la hice yo».
Jordao también expresó: «No le basta (a De la Fuente) con el 87% del salario de su ex». A lo que la ex esposa replica: «Llevo tres años con una pensión de alimentos provisoria para mis cuatro hijos, que no alcanza ni para pagar la mensualidad del colegio».
Tras esto, Iván Núñez posteó:
«Datos matan relatos… Llevo más de tres años soportando en silencio la difusión de mentiras sobre mi separación. Parte de los responsables ya están en juicio por injurias (uno ofreció disculpas que no fueron aceptadas y la otra se ha defendido diciendo que no es periodista). Jamás diré nada en contra de la madre de mis hijos por respeto a ella, amor a mis niños y 19 años de vida en común.
«Mucho menos publicaría conversaciones privadas. Sin embargo los datos son los datos y aquí van:
«El Cuarto Tribunal de Familia fijó una pensión de alimentos provisoria de casi tres millones de pesos que se ha pagado y se paga religiosamente. Para dudas y escépticos consultar al tribunal.
«Adicionalmente pago la casa donde viven mis hijos. Una vivienda de cuatro pisos ubicada en Los Dominicos, con piscina, biblioteca, gimnasio, 800 metros cuadrados de jardín, cinco baños, seis habitaciones y subterráneo. También pago aparte las Isapres de los niños y otras cuentas.
«En actas del tribunal consta todo esto, como asimismo el dictamen de la misma sala que establece que las colegiaturas están incluidas ahí (fallo del 14 de marzo del año en curso . RIT: C : 10677 -2021).
«Cuando me despidieron de radio Imagina a raíz de las mentiras difundidas en ese tiempo, seguí pagando el colegio hasta copar la tarjeta de crédito, pues yo era el firmante de los pagarés ese año. Esa deuda la sigo pagando yo y está documentada hasta julio del 2023. Pueden consultar al Colegio Wenlock.
«Por último, agradezco a quienes ya se han dado cuenta del abuso y la mentira que ronda todo esto. Al resto les comento que más de tres años después sigo felizmente en pareja junto a Thais Jordao quien sí trabaja día a día (no basta decir que uno trabaja, hay que hacerlo) y nuestro foco es el bienestar de nuestro hijo Héctor y emparejar la cancha.
«La responsabilidad de mis errores es mía y sólo mía. La he aceptado en público y en privado. A mi pareja y a mis hijos déjenlos en paz. Sólo diré que la infidelidad no es la única ni peor manera de dañar una relación. En un país donde el 87% de las pensiones de alimentos no pagan, es grave mentir sobre quiénes sí lo hacemos y ojo que esto no es una ‘gracia’, es deber básico de la coparentalidad».