«¿Este despido Mega afectó su imagen o, de manera coloquial, le rayó la pintura?». Paulina de Allende-Salazar: «¿Es una rayada de pintura u otra franja más al tigre…?»
«¿Cree que este despido Mega afectó su imagen o, como se dice de manera coloquial, que le rayó la pintura?», le preguntan a Paulina de Allende-Salazar en el suplemento Sábado de El Mercurio.
La periodista de 53 años, quien habla por primera vez a una semana de su desvinculación, responde: «¿Es una rayada de pintura u otra franja más al tigre?».
La profesional fue cesada de sus labores tras una situación ocurrida durante un despacho en vivo para el matinal Mucho Gusto en medio de la cobertura del asesinato del Carabinero Daniel Palma.
Periodistas de televisión como Santiago Pavlovic o Julio César Rodríguez defendieron a Allende-Salazar. En tanto, surgieron versiones sobre el backstage de la decisión de Mega. «Paulina de Allende-Salazar empezó a hablar con todos los medios que transmitían en vivo, menos Mega… Y en el switch de Mega los gritos eran espantosos», contaron en Que Te Lo Digo.
La ex panelista de Mucho Gusto declara en la mencionada entrevista:
«Mi despido fue apresurado e irreflexivo. Una empresa privada puede hacer lo que quiera. Son libres de decidir. Pero más allá de eso, me parece una mala señal para el ejercicio de la democracia; una mala señal para el periodismo, para la imagen de un medio de comunicación, que su gente sienta que, si cometen un error, porque es es la causal que ellos han esgrimido, los van a despedir.
«También se puede ver como una suerte de amedrentamiento, quizás lo pueden ver así los que se están iniciando. Puede ser una cortada, una podada de alas. Y yo creo que hoy día el ejercicio valiente, ordenado, responsable, es más importante que nunca con un crimen organizado como el que tenemos. Esto es pan para hoy y hambre para mañana».
Sobre el momento de los hechos -cuando el general de Carabineros Alex Chaván dijo «si aquí se encuentra presente periodista Paulina de Allende, quien fue capaz de tratar a uno de nuestros mártires como ‘paco’, esa periodista no puede estar acá»- De Allende-Salazar afirma: «Lo único que puedo decir con certeza que escuché fue mi nombre. Pero también entendí que no era por algo positivo. Ahí se me vinieron todos los periodistas encima».
Detalla que entonces sus jefes le dijeron por el sonopronter que saliera del lugar. Sin embargo, sus colegas la rodearon y ella explica que «en un segundo decidí, o me salió instintivo, responder. La razón es que, si yo siempre interpelé como periodista para que me respondan, tenía que ser consecuente y responder».