Santiago Pavlovic: «La desmesurada reacción de Mega al despedir a Paulina de Allende Salazar, no solo resulta desproporcionada e injusta…»
«En resumen, la desmesurada reacción de Mega al despedir a Paulina de Allende Salazar, Premio Lenka Franulic (2019), no solo resulta desproporcionada e injusta, sino que también daña al periodismo y al derecho a la información».
De esta manera concluye la cara que Santiago Pavlovic, junto con su esposa, la también periodista Lara El-Narekh, enviaron a diario El Mercurio, donde apareció publicada este sábado.
La misiva se refiere a lo ocurrido el jueves de esta semana con De Allende Salazar quien, durante un despacho a Mucho Gusto en medio de la cobertura del asesinato del Carabinero Daniel Palma, dijo: «La misma comisaría a la cual habría pertenecido el paco… Perdón, el Carabinero, estaría trabajando en el procedimiento».
La profesional de 53 años fue ese mismo día despedida de la señal privada, tras el reclamo y veto a De Allende por parte de un general de Carabineros, una ola de comentarios en redes sociales y más de dos mil denuncias al Consejo Nacional de Televisión.
En tanto, Pavlovic y El-Narekh manifiestan:
«¿Cuántas veces el lector, nosotros, amigos o familiares nos hemos referido a nuestros carabineros coloquialmente, hasta con cariño, con la palabra ‘paco’, tan anclada en nuestra cultura popular nacional? Pocos podrían negar haberla utilizado alguna vez en el día a día.
«Por eso que la intempestiva decisión del canal Mega de desvincular a una periodista de vasta trayectoria como Paulina de Allende Salazar por un lapsus que indignó a un general de la institución tiene un tufillo a oportunista populismo.
«Durante casi dos décadas, en Televisión Nacional, esta profesional realizó una acuciosa labor con innumerables y valiosos reportajes donde, por dar un ejemplo, denunció a relevantes figuras políticas que no pagaban contribuciones por sus segundas viviendas.
«Cabe recordar que De Allende Salazar -la periodista que se equivocó el jueves por un segundo (diciendo ‘paco’) y que enseguida se autocorrigió- es la misma que destapó el horrendo escándalo de la pedofilia en la Iglesia Católica chilena.
«Podemos comprender la destemplada reacción de un general de Carabineros, considerando el doloroso momento que vive la institución. Sin embargo, como periodistas, nos parece de suma gravedad que un medio de comunicación minimice el preocupante hecho ocurrido, donde un funcionario público impone como condición la expulsión de una periodista para acceder a entregar la información que le corresponde comunicar.
«Este comportamiento, que atenta contra la libertad de informar, principio fundamental de cualquier sociedad democrática, es inaceptable y no puede pasar desapercibido ni normalizarse».
