Glamorama
Yamila Reyna y su perro "Ernesto", y Daniel Valenzuela en imágenes de archivo tomadas de la web y de pantalla.

«Abro para acostarme en mi cama… Yamila gritó desesperada. Te juro que sentí casi el pinchazo, y Yami ‘¡Ernesto! ¡Boludo! ¡¿Qué haces?!'»: el susto de Daniel Valenzuela con el perro de Yamila Reyna

Autor: Equipo Glamorama / 8 julio, 2023

«Me dice ‘ché, ¿a ti te molesta que duerma con Ernesto?», cuenta Daniel Valenzuela recordando un susto que pasó con «Ernesto», el perro de Yamila Reyna, cuando ambos pololeaban.

La relación de los comunicadores terminó a inicios de 2018 y ahora él recordó la situación con la mascota. En Podemos Hablar, en Chilevisión, Valenzuela relató:

«Esto fue en mi casa. Primeros meses de enamorado conviviendo con mi pareja, que no voy a decir quien, por resguardar su identidad. Pero una noche me dice: ‘Ché…'»

Daniela Aránguiz: «¡Ya todos supimos que era Yamila Reyna!»

Daniel Valenzuela: «Me dice ‘ché, ¿a ti te molesta que duerma con Ernesto?. ‘Ernesto’, uno piensa que es un notario, un abogado. ¡Ernesto es un perro! Tiene nombre de médico, notario, de funcionario público. Es así una cagadita Ernesto. Amo a los nimales y todo, en su hábitat, pero no me gusta dormir con ellos en la cama.

«Dije ‘me imagino que dormirá arriba’. No. ¡Duerme adentro de la cama! Ernesto ahí… Uno enamorado, los primeros meses, ‘¡pero no hay ningún problema! Que duerma. Si tiene crías, que Ernesto las traiga’. Enamorado uno acepta todo los primeros meses.

«Era incomodísimo. Enero, Ernesto peludo, pegado. Bueno… En una de estas ocasiones que Ernesto dormía en la cama, yo nunca me levanto al baño en la noche, pero en una oportunidad me levanté a hacer un pipito.

«Parto para allá, me levanto al baño. Vuelvo y Ernesto estaba empoderadísimo, se sentía dueño de casa, dueño de la habitación… Nunca había estado tan cerca de perder mi miembro… Duermo así (sin ropa interior). Abro para acostarme en mi cama… (El perro se lanzó a morder su parte íntima). A centímetros. Yamila gritó desesperada. Te juro que sentí casi el pinchazo… Y Yami ‘¡Ernesto! ¡Boludo! ¡¿Qué hacés?!'».