La inesperada y sorprendente confesión de Rocío Marengo
Rocío Marengo tiene 36 años y dice que nunca se ha enamorado de verdad. Al menos durante estos últimos once años.
Así lo confesó ayer en el matinal de Mega –VEA ACA EL VIDEO– la modelo argentina, una de las mujeres más guapas de la farándula a este y el otro lado de la cordillera.
Marengo se hizo conocida en Chile hace doce años por un breve affaire de discoteca con el entonces jovencísimo futbolista Mauricio Pinilla. Luego se ha hablado de diferentes romances. Sin embargo, nunca ha formalizado. Estuvo con el recordado Felipe Camiroaga y luego Marcelo «Chino» Ríos estuvo muy prendado de ella. Pero jamás se ha proyectado. Estas fueron sus palabras en Mucho Gusto:
Lucho Jara: “Rocío, ¡has logrado enamorarte de verdad en estos últimos once años?”
Rocío Marengo: “¡Qué pregunta! No sé, me dura poco. No sé, soy difícil”
Jara: “Porque lo hablamos en algún momento. Tuvimos muchas conversaciones y tú me dijiste que te costaba enamorarte, que te daba miedo también. Has tenido muchas parejas, eres una mujer muy coqueta, además. ¿Pero no te llama la atención que aún no hayas sentido ese llamado? Que yo creo que a todos, en algún momento nos llega: ‘Esta es la persona, aquí me quiero quedar, un rato por lo menos’”
Marengo: “Me pregunto por qué a mí me tarda tanto en llegar el amor, ese verdadero, que todo el mundo, a mis amigas, todas ellas tienen hijos, y a mí no. No quiero llorar…”
Jara: “No tienes ese instinto, ese llamado de decir ‘a ver, tengo treinta y tantos años…’”
Marengo: “36”
Jara: “¿Has soñado con ser mamá?»
Marengo: “Tengo ganas últimamente, y es raro, porque no estoy en pareja como para pensar de a dos. Pero tengo ganas de jugármela. No sé cómo”
Manu González: “¿Tendrías hijo con libreta o sin libreta?”
Marengo: “Sí. Sola o acompañada”
Karol Dance: “¿Ser mamá soltera?”
Marengo: “Lo tendría. Aparte, estoy en una etapa en que me replanteo mucho eso. Aparte que no me llega algo bueno de verdad, que valga la pena”
Jara: “Perdón Rocío, yo en un momento determinado te conocí una pareja. Te conocí varias, pero te conocí una…”
Marengo: “¡Ese era un desastre! ¿Cómo no me lo dijiste?”
Jara: “¿El que llevaste a mi casa?”
Marengo: “Un desastre”
Jara: «No era un desastre. El quería más de ti y tú querías… O sea, les cuento. Era una persona viuda, joven, un economista, y fue a comer a mi casa con él. Estuvimos los cuatro, la Silvana y yo. Y tú me dijiste ‘yo me quiero quedar aquí’. Tú te involucraste con sus hijos, tú te planificaste y él quería más de ti. Pero eras tú la que te apartabas. Entonces, no seamos tan injustos
Marengo: “Sí”.