La cuarentena de María Gracia Omegna y su hija Anka: «Ha sido una gran oportunidad porque Gonza y todos nos hemos visto involucrados obligatoriamente a estar 24/7 siendo padres…»
“Ha sido intenso, pero igual estoy muy agradecida de esta cuarentena porque si no a los seis meses hubiese tenido que trabajar full y despegarme de mi guaguita», afirma María Gracia Omegna.
La actriz de 35 años se contactó con Almorzando con el Rubio, espacio que Martín Cárcamo emite en vivo a través de su instagram.
Omegna se refirió a temas como su trabajo en teleseries o en la serie La Jauría y se explayó sobre su primera maternidad y Sobre Anka, su hija junto a Gonzalo Valenzuela que va a cumplir un año. Estas fueron parte de sus palabras:
“Esta cuarentena me permitió estar con ella (su hija) y acompañarla. Entonces, viendo el vaso más lleno que vacío, ha sido una gran oportunidad de maternidad y familiar porque Gonza y todos nos hemos visto involucrados obligatoriamente a estar 24/7 siendo padres. Ha sido un súper desafío porque no es menor, pero yo lo agradezco mucho”
Más tarde, vuelven a tocar el tema:
Martín Cárcamo: “Si te toca volver a las teleseries, volver a grabar La Jauría, ¿has pensado el tema del apego o cómo enfrentar la separación por el día con Anka? Me imagino que eso es complicado”
María Gracia Omegna: “Sí, complicado. El otro día estuve doce horas sin Anka y fue extrañísimo, llegué con mucha culpa. Va ser complejo, era lo que yo iba a tener que vivir hace seis meses atrás y tenía un plan de emergencia. Iba a contratar a alguien que estuviese conmigo y con Anka en el lugar donde yo estuviese trabajando.
“Hoy día Anka va a cumplir casi un año, entonces el contexto y la situación es todo distinto, porque no es una guaguita que necesita de mí 24/7. Ya cada vez tiene más rasgos de independencia, como por ejemplo la leche, ya tengo que empezar a quitarsela, etc.
“Entonces sí, va a ser fuerte emocionalmente, porque nunca lo imaginé, hasta quitarle una teta es fuerte emocionalmente, es un duelo. Entonces voy a tener que encontrar la ecuación.
“Pero mientras haya trabajo hay ingresos, y si tengo ingresos puedo invertir en alguien que me acompañe y que me vaya a ver al trabajo, si estoy todo el día, para no desaparecer de su vida.
«Entonces puedo ir equilibrando con la abuela, con alguien, con mi trabajo. Afortunadamente todavía no va al colegio ni nada, así que puedo no separarme radicalmente. No quisiera”
Cárcamo: “Es difícil encontrar a esa persona que te pueda ayudar y que además sea de tu confianza. ¿Has pensado quién puede ser o es alguien que en este momento no existe en tu vida?”
Omegna: “Cuando lo intenté, que iba a ser muy guaguita la Anka, conocí a un par de personas, también pensé en una amiga quizás pedirle o en mi mamá. Y ahora día a día nomás poh, el día que tenga que enfrentarme a eso veré qué hago”
Cárcamo: “¿Eres culposa en ese sentido, eres mamá culposa?”
Omegna: “Pucha, es que no me he visto… La otra vez me pasó que murió alguien que yo quería mucho, tuve que ir al funeral y me despegué doce horas y fue heavy. Llegué y quería estar con ella, sentía que ella tenía que estar con su mamá, porque no había estado en doce horas.
“Después dije ‘oh, que raro’, nunca pensé que fuese así de culposa o que la hubiese extrañado tanto en tan poco tiempo. Fue liberador por un lado pero fue estresante por otro, quería puro llegar a abrazarla”
Cárcamo: “Decías que estabas pensando en cortarle la leche, ¿eso es por el trabajo, porque va a cumplir un año? El otro día leía que había una mamá que le había dado como tres o cuatro años pecho a su hijo, o hay mamás que a los tres meses ya no tienen leche”
Omegna: “A mí me gustaría darle leche hasta el año, porque está comprobado científicamente que es lo ideal para tu guagua. Nutritivamente y para su futuro en cuanto a salud es súper buen regalo. Entonces mi mínimo es un año.
«Si estaba trabajando iba a llevarla a la pega y darle teta en la pega para mantener hasta el año, si es que me duraba la leche. Pero con la cuarentena me enfrenté a una lactancia tranquila y entregada. Y tengo el tiempo para poder ir quitándosela de a poco, porque estamos a un mes y medio de que cumpla un año. Estoy en el proceso de ir quitándosela de a poco, para poder acompañarla en el duelo también y acompañarnos… Ay, hablo como si todo fuera un duelo (ríe)”.