«Incluso tuve que robar en un supermercado para poder tener comida para mi hija… Saqué un queso o un pan», relata Camila Recabarren sobre un tramo de su viaje a Estados Unidos
“A veces hubiéramos querido tener más comida en el refrigerador, pero me estaba esforzando para que la hubiese», cuenta Camila Recabarren sobre el segundo tramo del viaje de seis meses a Colorado y Los Angeles, Estados Unidos, que realizó este 2022 junto a su hija de nueve años.
En julio, mientras aún estaba en Norteamérica, la ex Miss Chile de 31 años relató en su Instagram:
“Comenzó este viaje en Houston. No sé por qué compré pasajes para allá. Así de loca, un día que se me ocurrió de la guata viajar a EE.UU. para luego partir a Colorado Springs a ver mi hermano querido, abrazarlo y saber de él y su vida. Admirable el esfuerzo en gente viajera, trabajadora; admirable todo su trabajo prolijo, siempre humilde y honesto, dando sonrisas gratis a la life. Te admiro hermano por toda tu perseverancia.
“Ahí también fue mi primera experiencia de vender mis piedras en la calle, que traje conmigo desde Chile pá compartir con el mundo entero.
“Isabella alcanzó a cursar tres meses en un school full inglés, donde le entregaban todos los útiles, se encargaban de darle sus colaciones, más salud y locomoción. Viendo en ella un impresionante avance académico.
«Pero luego vinieron las vacaciones de verano y para un trámite el consulado más (cercano) era en Los Ángeles, California. Así que llegué a vender a las calles de Hollywood, Paseo de la Fama».
Esta semana Recabarren entregó detalles de esta última etapa en California.
La figura de Instagram, donde suma 2,1 millones de seguidores, regresó a Chile tras seis meses y, en una entrevista con la revista Sarah, detalla que está viviendo con su hija en el segundo piso de la casa de su madre en La Serena.
En una extensa conversación en la publicación repasa diversos momentos de su vida. También ahonda en su estada en Los Angeles y declara:
“A veces hubiéramos querido tener más comida en el refrigerador, pero me estaba esforzando para que la hubiese. Intentaba mantener un equilibrio, porque tampoco podía tener a mi hija en la calle, así que fuimos austeras.
«Estados Unidos es muy caro y si no tienes trabajo se te hace todo muy difícil, por eso hay tanta gente viviendo en la calle.
“Incluso tuve que robar en un supermercado para poder tener comida para mi hija… Hubo un momento en que saqué un queso o un pan.
“Ella (su hija) entendía cómo era el viaje y yo siempre estuve preocupada de como se iba sintiendo, y lo estábamos pasando bien. Teníamos amigos, bonitos paisajes, estábamos aprendiendo el idioma.
«Era la aventura que nosotros habíamos planeado. Fue un viaje para conectar con ella, que está en una etapa en la que está dejando de ser un bebé, y me encontré con otra Isabella, que tiene opinión y decisión”.
