«Mariela me dijo ‘si quieres que me quede contigo, arrienda o cómprate una casa, pero no voy a estar acá en el medio con tus amigos. Mira tu cama, no tiene ni sábanas. Olvídalo…'», cuenta Fabricio Vasconcellos sobre el comienzo con su esposa
“Vivía con un amigo en una casa en la Rotonda Atenas, que era un antro, no tenía ni sábanas en la cama, no tenía cuenta en el banco, la plata la guardaba ahí escondida, era un desastre», dice Frabricio Vasconcellos sobre el momento en que conoció a su esposa, Mariela Román.
La pareja de bailarines y emprendedores del fitness lleva quince años juntos y tienen dos hijas.
Vasconcellos relató en un capítulo de Juego Textual emitido por Canal 13 en diciembre de 2022 cómo era cuando conoció a su mujer:
“He tenido un antes y un después, hablando de la maleta con la que llegué hacia Mariela. El antes mío era toda la fama, mujeres, estaba en ese mundo, perdido, malos amigos. Hoy día puedo contar en una mano los amigos que tengo y me sobran dedos, de amigos que son realmente amigos.
“En esa época tenía muchos conocidos o gente que estaba contigo por algo, entonces venía con una maleta de carrete, mujeriego, bueno para chupar o cosas que el estilo. Nunca un extremo, nunca fui de mucho alcohol, pero venía con todo eso. Y con Mariela la cosa ya empezó…
“Vivía con un amigo en una casa en la Rotonda Atenas, que era un antro, no tenía ni sábanas en la cama, no tenía cuenta en el banco, la plata la guardaba ahí escondida, era un desastre. Tenía tres motos, tres autos, pero no tenía ninguna expectativa de crecer, de evolucionar, de construir.
“Y Mariela me dijo ‘si quieres que me quede contigo, arrienda o cómprate una casa, pero no voy a estar acá en el medio con tus amigos. Mira tu cama, no tiene ni sábanas. Olvídalo’. Al otro día ya había arrendado una casa y empezamos a construir una familia. Entonces después de Mariela empecé a ver realmente un futuro.
“’Quiero una familia, quiero hijos, quiero crecer y ser alguien’. Y gracias a Dios estamos juntos hace quince años. Pero toda esa maleta me sirvió de experiencia para llegar con la experiencia a la que llegué con Mariela, no con tanta, pero algo. Poder construir juntos y tener una mujer hecha y derecha a mi lado.
“Hoy día soy un afortunado. Soy tan agradecido de la vida, porque tengo una mujer maravillosa, guapa, rica, está en su mejor momento, la cagó, realmente está exquisita. Unas hijas maravillosas, tengo un trabajo muy gratificante, me va bien, no tengo de qué quejarme, realmente soy un afortunado”.
