Glamorama
Renata Ruiz en La Divina Comida. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / CHILEVISION

La fea experiencia de Renata Ruiz

Autor: Cristián Farías Ravanal / 15 agosto, 2016

Renata Ruiz tenía 19 años y esperaba llena de buena onda el recibimiento de los estudiantes de Sociología en la Universidad Católica, cuando se encuentra con una agria sopresa. La modelo chilena top detalló en La Divina Comida aquella fea experiencia –MIRE EL VIDEO. MINUTO 29-.

En el programa de cocina que más ha dado qué hablar este año, en Chilevisión, cuatro famosos deben organizar, cada uno, una cena en su hogar para el resto del grupo. En esta ocasión los anfitriones fueron María Alberó, el atleta Sebastián Keitel y el actor Rodrigo Muñoz, junto a Renata.

Los comensales llegaron a la casa de Ruiz con globos, una corona y un cartel, para organizarle un desagravio por el mechoneo que no tuvo y que terminó en bullying. Entonces ella contó lo que le pasó:

«Me dio incluso vergüenza. No sé por qué lo conté alguna vez. (Ahora) Me van a mechonear como corresponde… Cuando entré a la universidad, tuve que hacerlo con bombos y platillos. Yo me imaginaba que la gente no me conocía, tenía solamente 19. Pero llegué a la carrera y la primera semana organizaron una especie de rito de iniciación, que consistía en jurar arriba del libro más importante para los sociólogos, que es un libro de Weber.

«Estaban todos frente a una especie de escenario, donde estaban los de quinto o sexto. Estaban haciendo esta ceremonia, casi que con toga y disfrazados y toda la tontera y hablando así… Y yo soy Ruiz, ¡o sea, tuve que esperar desde la ‘a’ a la ‘r’ para mi humillación pública!

«Yo estaba feliz, con todos mis compañeros aplaudiendo. Y me llaman a mí. Empiezo a salirme del grupo, cosa de irme hacia adelante. Como que todos se quedaron callados y me echaron del lugar, diciéndome cosas que ya no me acuerdo. Que yo no era digna de estar en esa carrera, que esa carrera era para gente inteligente y que yo era tal, tal, tal, y bla, bla, bla. En ese momento me comncentré en ser lo más digna que pude, en salir lo más frente en alto que podía en ese segundo, y me fui nomás».

María Alberó comentó: «No tenía la menor idea de lo que ella había vivido. La encontré súper fuerte. Siempre digo que, a veces, es este tipo de desafíos en la vida los que te hacen más fuerte. Tienes dos caminos: Ir por el camino fácil o por el difícil».