Glamorama
Pancha Merino y Renata Bravo en fotos de archivo. AGENCIA UNO

Pancha Merino le quitó el pololo a Renata Bravo!

Autor: A. Cantuarias / 19 agosto, 2016

En estos días de retro farándula en los programas televisivos, Renata Bravo explicó en detalle un episodio que no olvida: Pancha Merino le quitó un pololo.

La comediante ya había mencionado en Mujeres Glam la pesadilla romántica que pasó y que involucró a la actriz. Y ahora, en Hola Chile –MIRE AQUI EL VIDEO-, explicó:

Renata Bravo: “Las 80 veces que me patearon, porque siempre me patearon, sufrí, sufrí, sufrí. Y las 80 veces volvieron”

Julia Vial: “¿Cuál fue la frase más ridícula con la que te patearon?”

Bravo: “Bueno, me acuerdo de un pololo que se fue con la Francisca Merino, pero no trabajábamos en la tele…”

Eduardo de la Iglesia: “¡Para, para, para!”

Vial: “¿Te cambiaron por Francisca Merino?”

Bravo: “¡Obvio poh! ¿A quién no?”

Vial: “¡Perdona! Yo jamás te hubiese cambiado”

Bravo: “Un pololo de hace mucho tiempo. Yo llevaba nada, llevaba dos meses. Mira, fuimos a Algarrobo, estábamos en una fogata y yo primera vez que salía fuera de Santiago por un fin de semana. Todavía nada, besitos, abrazos. Yo creo que ese fin de semana iba a ser la luna de miel. En todo caso, nos sacamos un cacho de encima los dos, me hizo un favor.

“La cosa es que estábamos en la fogata esta, y ella, ahí yo la conocí, en la fogata. La Pancha siempre estupenda, linda como es. Andaba con minifalda de mezclilla ¡en la fogata! Con sus piernas tostadas. Y yo con un buzo, con bufanda, con gorro”

De la Iglesia: “¿Tú sientes que ahí miró pal lado?”

Bravo: “O sea, no sentí, fue así. ‘¿Oye, y tú cómo te llamai?’. Y yo al lado. En ese minuto dije ‘cagué’. Sentí altiro que ‘estoy pintando el mono’. Llegamos a Santiago, sentí la cosa fría. No hubo luna de miel de por medio.

«Pasó un fin de semana, al otro fin de semana fui a la Fisa. Yo con mis papás, llorando, me llevaron a la FISA para consolarme. Me compraron la masa lunar, todas las cosas famosas en la FISA. ¡Nunca me habían comprado tantas cosas como esa vez que la niña andaba deprimida!

«Voy caminando por el pabellón de Italia, ponte tú, y me encuentro con dos amigos de este grupo que estaba en la fogata. Los veo, ‘¡Keko, Felix!’. ‘Duchi’, acuérdense que me decían Duchi, ‘Duchi, lo sentimos tanto, yo creo que a él se le fue de las manos, pero bueno, se enamoró’. Ya se había enamorado y yo no sabía, pero tenía la sensación de que estaba todo sellado.

«Le cuento a mi mamá y le digo ‘era tan linda la niña, tan linda. Era morenita, ojos azules’. Y vamos a un mall, otro día, porque ya me sacaban todos los días a pasear. Íbamos bajando la escalera eléctrica, y letreritos colgaban en este mall con puras fotos de Pancha Merino, ¡que era el rostro de esa tienda comercial! Le digo ‘¡mamá! Ella es la niña’ . Y mi mamá me dijo ‘con razón’»

De la Iglesia: “¡El apoyo de madre! ¡El apoyo de madre!”.