Glamorama
Alvaro Ballero en su participación de 2015 en Más Vale Tarde. IMAGEN TOMADA DE PANTALLA / MEGA

La defensa de Ballero tras polémicos dichos en caso de hija de nana que no puede usar piscina

Autor: Ignacia Sanhueza / Cristián Farías / 19 diciembre, 2016

La última ola de indignación en las redes sociales ante un hecho de supuesta discriminación ocurrió la semana pasada. Una propietaria de un departamento en un edificio de Ñuñoa publicó en Facebook una carta reclamando porque a la hija de su asesora del hogar se le prohibió bañarse en la piscina comunitaria.

María Gabriela Rubio contó que vive desde hace años en el lugar y que siempre había invitado a los hijos de su nana para se bañaran con los suyos. Sin embargo, la última vez que lo hicieron el conserje realizó un llamado de atención, ya que el reglamento interno prohíbe que tanto los funcionarios del edificio como sus familiares ocupen la piscina.

La avalancha de rabia y rechazo frente al hecho fue grande. Y hubo un conocido personaje que se manifestó en contra de la opinión mayoritaria: Alvaro Ballero.

El ex chico reality escribió el siguiente mensaje en su cuenta Twitter @balleroa: “No sean populistas e hipócritas. Que la asesora no pueda, mal, pero los familiares obvio que no. Tanto periodista sensacionalista y mediocre”.

Entonces el acostumbrado odio de Twitter se volcó en contra suya. Ante esto, Ballero replicó: “Paren la weá con la nana y piscina. La nuestra come con nosotros y es una más de la familia, no x eso pasaré a llevar normas de espacios comunes”.

Para ahondar en sus razones, luego posteó un video y repitió sus argumentos en SQP. Estas fueron sus palabras en el programa de Chilevisión:

Alvaro Ballero: “El transfondo de todo esto, lo que me molesta, es la hipocresía en Chile. Es que todos empiecen a dar cátedra de humanidad cuando tú te topas todos los días en la calle con gente a la que le das las pasada en el auto y no te dan ni las gracias. Gente que te encuentras en el ascensor del mismo edificio y no te saluda.

“Empiezan a hablar. Es tan fácil teclear y dárselas del súper bueno, el súper respetuoso con los demás, cuando en tu día a día eres una mierda de persona. Perdón la expresión, pero así es la realidad.

“Yo tengo a una persona que trabaja en mi casa, que es parte de la familia. Yo no dejo que las niñitas le digan nana, porque a mi no me parece. Es parte de mi familia y lo he dicho desde un comienzo. Pero aunque sea parte de mi familia y que coma con nosotros, que almuerce con nosotros, tampoco si es que es un recinto privado, donde hay una administración.

«Yo me he peleado con la administración porque toman decisiones que me parecen erróneas. Ante una decisión especifica yo no puedo invadir espacios comunes con alguien que trabaja para nosotros”.