«Ahora tengo un freno gigante que es mi hija, tiene 15 años… Muchas cosas que quisiera decir y que pueden causar polémica, prefiero callar, por ella», dice Daniela Aránguiz
«Soy pensamiento hablado, 100% de impulso y algo cuando no me gusta, no me gusta y lo digo. Y muchas veces me he tenido que coser la boca para quedarme callada de cosas que no me gustan, porque con los años uno se va poniendo más cautelosa», explica Daniela Aránguiz.
La arquitecta de interiores, esposa del futbolista Jorge «Mago» Valdivia y ex bailarina de Mekano realizó una reflexión a partir de el ser madre de una niña de quince años, la mayor de dos hermanos.
En una conversación con Hermanos Separados al Nacer, que se emite por las redes sociales de Canal 13, Aránguiz manifestó lo siguiente:
“Obviamente que cuando estuve en los 20 dejé la cagá por todos lados. Veo videos de Mekano antiguos, yo pendeja, 19 años, y me preguntan ‘¿qué opinas de tus compañeras?’. A todo esto, Alex Hernández, lo amo, le mando un beso gigante, el director de Mekano.
«El Alex a la única que persona del team que le ponía sono (sonopronter, pequeño aparato para comunicarse que se instala en la oreja) era yo. Pero no era porque me preferían, era para que me callaran. De repente me paraban los carros de arriba y me decían ‘¡cállate, no hables!’. Ya me cachaban las caras. Y me preguntaban cosas para yo dejar la cagá.
«Entonces me decían ‘¿qué opinas de tus compañeras de Mekano?’. Ahora me arrepiento totalmente y les pido disculpas a todas, pero decía ‘yo siento aquí hay muy pocas señoritas’.
“Todas me quedaron mirando, ‘porque eso de andar de besuqueo con este, a la semana en el mismo programa pololear con el otro, esas cosas para mí no son de señorita. Donde se come no se caga y uno tiene que respetar las cosas’. Y ahí dejaba la cagá, todas lloraban, después se sentían.
“En la cuestión de las gomitas yo creo que me obligaron a jugar esa cuestión una vez, porque yo no dejaba y me arrancaba del programa.
“¿Sabes lo que me pasa ahora? ¿Quién es mi freno? Que nunca pensé que alguien me iba a frenar en la vida. Yo me casé con Jorge hace 17 años y él tiene la personalidad más fuerte que yo, porque no podría haberme casado con un hombre que no tuviera personalidad fuerte.
“Entonces ni Jorge, que tiene el carácter más fuerte que yo, me pudo callar nunca durante estos 17 años. Y mis hijos cuando eran chicos y no entendían nada tampoco.
“Pero yo ahora tengo un freno gigante que es mi hija, que ya es adolescente, tiene 15 años. Y siento que muchas cosas que quisiera decir y sé que quizás pueden causar polémica y todo, no las digo y prefiero callar, pero no por mí ni por la persona, sino por ella.
“Esto es súper injusto, porque que nuestros hijos siempre pagan las consecuencias de los dichos de los padres. Ahora, no estuviera viviendo en Chile y mis hijos no estuvieran en un colegio aquí, digo lo que se me pare la raja. Pero como mis hijos viven acá y van a un colegio acá, a mí eso es lo que me frena”.
