«No sé qué cresta habrán creído las mujeres, porque era un martes femenino. Que era un doble, un vedetto…», recuerda Miguelo sobre sorpresiva visita de Luis Miguel a su pub hace tres décadas
«Empezó a cantar altiro, como que no lo seguían y las niñas quedaron como en shock», recordó Miguelo sobre la visita realizada por Luis Miguel hace tres décadas al pub Romeo, que el cantante chileno en esa época tenía en sociedad con Checho Hirane, quien también relató su versión de la historia en La Divina Comida.
Miguelo estuvo esta semana en Los 5 Mandamientos, programa que Martín Cárcamo anima en Canal 13, donde le consultaron por el episodio con el artista mexicano.
El intérprete del éxito ochentero Filo Contigo contó que cuando Luis Miguel se presentó en Siempre Lunes, el conductor de ese estelar en TVN, Antonio Vodanovic, lo llevó al Romeo.
Luis Miguel estuvo en Siempre Lunes en 1989, en una aparición recordada por el bronceado que lució. Luego, en 1991, volvió para un especial del mismo espacio centrado en él.
En tanto, esta fue la conversación de Miguel y Cárcamo:
Martín Cárcamo: “¿Es verdad que tú llevaste a Luis Miguel a una despedida de soltero?”
Miguelo: “Es verdad”
Cárcamo: “¿Cómo?”
Miguelo: “Cuando yo fui al Festival de Viña y Luis Miguel tenía quince años, volvió él con los años, pero volvió hecho un hombre ya”
Cárcamo: “Al programa de Antonio Vodanovic, cuando vino…”
Kiwi: “Como zapallo”
Cárcamo: “Claro”
Miguelo: “Yo estaba en ese tiempo en el Romeo, y él pidió ir al Romeo donde estaba yo. Justo era un martes femenino, en el cual había 600 mujeres pasándolo bien, yo cantando y tocando la guitarra, la onda.
“En ese tiempo teníamos que inventar los días porque no salía mucho la gente. Martes femenino, miércoles de solteras y solteros, y todo ese cuento. Y yo sabía que Luis Miguel estaba, había visto el programa incluso, pero no sabía que iban a ir a Romeo. Entonces aparece la cara de Antonio Vodanovic y me dice ‘está Luis Miguel acá, preséntalo’”
Cárcamo: “No te creo”
Miguelo: “Yo estaba cantando en el escenario con mis músicos atrás y ‘preséntalo weón, preséntalo’, y todas las niñas así. ‘Con ustedes un amigo que no veo hace mucho tiempo, desde que fui a Viña, y llegó todo hecho un hombre. Señoras, señoritas, mujeres, con ustedes Luis Miguel’. Y sale Luis Miguel al escenario”
Cárcamo: “¿Luis Miguel-Luis Miguel?”
Miguelo: “Luis Miguel poh weón”
Cárcamo: “Bronceado…”
Miguelo: “Toda la weá. Claro. Luis Miguel poh. Los músicos míos se pusieron nerviosos. ‘Tú, la misma de ayer…’, empezó a cantar altiro, como que no lo seguían y las niñas quedaron como en shock.
“Y no sé qué cresta habrán creído las mujeres que estaban ahí, porque era martes femenino. Que era un doble, creyeron que era un vedetto, ¿me puedes creer esa weá? Entonces como que no pasó nada, cantó dos canciones, estuvo un rato, 15 minutos”
Cárcamo: “Para, ¡¿nadie se dio cuenta que era el real?!”
Miguelo: “Claro. Hasta que después se fue corriendo la voz, qué sé yo, llegaron a tocar la puerta de la oficina después, pero ya había pasado el cuento”
Cárcamo: “¿Y cómo es estar al lado de Luis Miguel? ¿Se podía mirar a los ojos en ese minuto?”
Miguelo: “Sí poh. Con confianza, increíble. Lo pasamos bien esa noche, fue mágica, linda, nos tomamos su traguito, lo pasamos bien contando anécdotas, muy bien”
Cárcamo: “¿Y la gente que estuvo ahí pensó que era un vedetto?”
Miguelo: “Yo creo, porque no hubo reacción. Nosotros estábamos acostumbrados a invitar vedettos de Chayanne, ¿cachai? Entonces creyeron que era un imitador”.