«Carlitos me amaba desde pequeña con parche en el ojo… Cachó que me había separado y me joteó, me mandó un mensaje por Facebook»: la historia de Monserrat Alvarez y su pololo escultor
“Carlitos me amaba desde pequeña con parche en el ojo. Te juro, tenía guardada mi foto con parche”, cuenta Monserrat Alvarez sobre su pololo desde hace seis años, el escultor Carlos Fernández.
La periodista y coanimadora del matinal de Chilevisión estuvo 19 años casada con el diseñador gráfico Galo Sage, con quien tiene dos hijos veinteañeros. Tras separarse se emparejó con Fernández, a quien conocía de niña.
La profesional contó esa historia de amor en un capítulo de De Tú a Tú emitido hace tres semanas por Canal 13:
Martín Cárcamo: “¿Cómo conociste a tu actual pareja?”
Monserrat Álvarez: “Carlitos me amaba desde pequeña con parche en el ojo (debido al estrabismo). Te juro, tenía guardada mi foto con parche”
Cárcamo: “¿Te conocía desde chica?”
Álvarez: “Sí, porque nuestras familias se conocían y él se acordaba de mí con anteojos, con parche y con un poncho blanco caminando”
Cárcamo: “¿Él es mayor que tú?”
Álvarez: “Sí, como seis años”
Cárcamo: “O sea, cuando él era adolescente, tú eras una niñita. Tú no te acordabas de él”
Álvarez: “Yo me acordaba de él. Y él era como súper picarón, ladilla. Y mi hermana era compañera de curso con su hermana”
Cárcamo: “O sea, ustedes se conocen de toda la vida”
Álvarez: “Claro. Yo conozco a sus papás, entonces eran familias medianamente amigas, nos juntamos un par de veces”
Cárcamo: “¿Y cómo se vuelven a reencontrar?”
Álvarez: “Carlitos cachó que me había separado y me joteó, me mandó un mensaje por Facebook. Yo no cacho nada de Facebook, entonces lo vi como a los siete meses, porque no cachaba el messenger de Facebook.
“Y me lo habría reencontrado, porque yo sabía quién era Carlos Fernández el escultor, y una vez nos reencontramos porque éramos apoderados del mismo colegio y me dijo ‘tú eres la Monse’. ‘Ah, tú eres Carlos’. Listo. Y ahí me echó el ojo parece, de nuevo, porque ya tenía la foto mía con el parche de chica.
“Y me escribió este mensaje y dijo ‘no me pescó’. Y dice que se lo contesté siete meses después. Me dijo ‘hola, ¿cómo estás? De repente deberíamos juntarnos a recordar cuando éramos chicos y todo’. Yo le dije ‘ya, genial, pero me voy yendo de vacaciones. A la vuelta te contesto’.
“Volví de vacaciones y no le contesté, pero me escribió de nuevo como a mediados de marzo, ‘supongo que llegaste’. Y ahí salimos una vez. Y siempre se ríe porque nos sentamos en un restaurante y me dijo ‘cuéntame cómo empezó tu trabajo en la televisión’. ‘No puedes ser tan fome, cómo te voy a contar mi vida en la televisión’.
“Hablamos de la vida y empezamos a andar súper luego. Es que es lo máximo. Lo amo. De verdad es lo máximo. Es todo lo que yo no soy, pero además somos súper complementarios. Me ha enseñado mucho. Él vive totalmente el presente y yo no sé vivir el presente.
“Al principio me urgía mucho que él no pensara en el futuro, pero me encanta esa capacidad que tiene de estar tranquilo. Y es simpático e inteligente. Es lo máximo. Estoy es un buen periodo parece”.