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Anastasia Zimnikova en una imagen que comparte en su Instagram @anastasiazimnikova

«Elijo a mis hombres porque me estimulan intelectualmente y porque son especiales. El aspecto y la billetera es solo un complemento…», expresa Anastasia Zimnikova, quien se hizo conocida en Manos al Fuego

Autor: Equipo Glamorama / 29 julio, 2022

«Siempre elijo a mis hombres porque me estimulan intelectualmente y porque son especiales. El aspecto y la billetera para mí es solo un complemento, deseable y satisfactorio por cierto, pero con los años, las perspectivas, metas y objetivos cambian», afirma Anastasia Zimnikova, quien se hizo conocida en 2014 como «la rusa de Manos al Fuego», una frase que ella considera inadecuada y pide que no se utilice más.

«Yo no soy ‘la rusa de Manos al Fuego…’ Soy Anastasia y trabajo todos los días para tener ese respeto», manifiesta la estudiante de ingeniería comercial de 33 años, oriunda de la ciudad ciudad rusa de Korenovsk y quien participó en un episodio del mencionado programa de Chilevisión emitido en junio de 2014.

Entonces Zimnikova  llevaba más de cinco años en el país y tenía una relación con un traductor chileno. En Manos al Fuego se vio lo siguiente: unas mujeres se encontraban con el hombre, lo tentaban y él besaba a una de ellas. Anastasia Zimnikova veía la escena por una pantalla, en backstage, y entró a enfrentar a su pareja.

Los protagonistas se reconciliaron -posteriormente se separaron-, participaron en Primer Plano y ella estuvo en otros programas.

Ahora, en una amplia entrevista con sesión de fotos en La Cuarta.com, Zimnikova opina de esa experiencia, cuenta su vida y, sobre las relaciones de pareja, expresa:

«Evito hablar de cualquier pareja, pasada, presente o futura. Trabajo día a día para tener credibilidad, para ser respetada y recordada por lo que puedo hacer por los demás y por mí misma. Todos tenemos episodios morbosos y el episodio de Manos al fuego no me define. Cuando me recuerdan por ello, me parece que es menospreciarme. A mí me define mi creatividad y mis logros. En eso me concentraré.

«Sé que la mayoría de mis seguidores son hombres, y que son adultos, ñoños y metaleros. Me llevo bien con los ñoños, incluso en la vida real. Me dicen cosas del estilo ‘te amo’, ‘te deseo’. Cada uno a su manera pero siempre con sumo respeto.

«Me considero feminista liberal, sin ocultar mis cualidades femeninas, externas e internas. Creo que los hombres son nuestros aliados y los respeto por ello. Es gracias a mi público masculino, con su peculiar forma de ver el mundo, que tengo difusión.

«El acoso y la intimidación existe desde que uno primero establece un límite pero el acosador lo sobrepasa, y hasta ahora siempre han sido respetuosos con los límites, de modo que no existe el acoso.

«El hombre chileno es atento, cariñoso, yo los encuentro más emocionales. Para mí, como una mujer rusa, que llega donde el hombre ruso, fuerte, como una roca, fue algo novedoso. Tuve que acostumbrarme… Y todavía me cuesta acostumbrarme (ríe)».