«Hubo ciertos episodios de tensión, ‘¡¿oye, pero por qué no lavaste los platos, si te tocaba a ti…?!’: Andrea Aristegui relata cómo fue su cuarentena junto a su marido y dos hijas
«Al principio yo decía ‘si todos colaboramos y todos nos hacemos cargo, vamos a poder’. Pero hay momentos en que igual uno siente que necesita una ayudita», afirma Andrea Aristegui sobre la extensa cuarentena que vivió este año el país.
El rostro de las noticias de Mega se comunicó por el espacio que María Luisa Godoy emite por instagram donde realizó su balance sobre este difícil 2020, habló de su familia y de su práctica desde niña del Taekwondo, entre otros temas.
En tanto, este fue su relato sobre el tiempo encerrada, debido al coronavirus, junto a su marido el también periodista Gonzalo Montaner y sus dos hijas:
María Luisa Godoy: “¿Qué te costó más puertas adentro? Familiarmente, ¿qué fue lo que más te costó durante estos meses?”
Andrea Aristegui: “Conciliar las cosas de la casa con el trabajo. Al principio yo decía ‘si todos colaboramos y todos nos hacemos cargo, vamos a poder’. Pero hay momentos en que igual uno siente que necesita una ayudita.
“Y claro, hubo ciertos episodios de tensión, ‘¡¿oye, pero por qué no lavaste los platos si te tocaba a ti?!’ y ‘¡¿quién dejó esto sucio?!’. Ese tipo de cosas.
“En general nosotros tenemos muy buena relación acá dentro de la casa, nos llevamos bien y cada uno tiene ahí sus espacios, pero esas cosas domésticas a veces tensionaban la situación familiar”
Godoy: “¿Y cada uno tenía un rol? Yo a Gonzalo me lo imagino cocinando, no sé por qué”
Aristegui: “Nada, olvídalo. Cero. Gonzalo es súper colaborador en todo y él tiene la mejor voluntad del mundo, pero de cocina cero. Pero sí hace cosas que a nadie le gusta hacer, como sacar la basura, encargarse de esas cosas un poco más pesadas que a nadie le gustan, él lo hace. Está a cargo del reciclaje de la casa, el lavado de platos, todo lo que sea aseo él ayuda.
“Había muchas cosas que no sabía hacer, que nunca había hecho en su vida, pero aprendió. Así que ahí salvamos. Y los demás, cada uno tenía que hacer sus propias cosas. Pero claro, a la hora de ‘¿a quién le toca lavar los platos?’ era cuando se generaban los problemas”.
