«En cuatro días me aparecieron todos los demonios. Aparecen tus miedos, tus culpas, las trancas. Estuve cuatro noches con insomnio, llorando, prácticamente sin comer…», recuerda Luis Jara sobre período de bajón
“Yo decía ‘¿cómo no va a haber uno de mis colegas o personas que te conocen, que saben cómo eres, que digan ‘oye, ya poh, paren el webeo con Lucho Jara’?’. Recuerdo que en alguna oportunidad yo le ofrecí a Mega, estando muy golpeado, salir de la tele. Y a la Silvana, ella sí recogía el bulto, le dije ‘gordita yo creo que estoy ok, ¿y si nos vamos?’», partió relatando Luis Jara.
El animador y cantante que reside en Miami junto a su familia salió de pantalla de Mucho Gusto en mayo de 2020 y terminó su contrato con Mega en diciembre de 2021.
Ante de esto, en 2019, estuvo alejado durante meses de pantalla debido a una decisión personal. De ese período habló en De Tú a Tú, programa de Canal 13 conducido por Martín Cárcamo, quien lo fue a entrevistar a Estados Unidos.
Jara contó como vivió el bullying y odio que recibió en diversas ocasiones en redes sociales debido a su supuesto ego. «La Silvana (su esposa) me dijo ‘no me gusta de que te molesten con lo del ego… Se entiende como una persona egoísta, poco empática, y tú no eres así», afirmó.
Luego dijo sobre ese período:
“Yo se lo planteé al director ejecutivo de entonces, ‘no, no quiero más’. Y el canal hace una cosa bien inédita, me dice ‘¿cuánto tiempo quieres?, ¿cuánto tiempo necesitas para volver al equilibrio?’. ‘Siete meses’. ‘Vaya siete meses’. Terminaron los siete meses y volví. Llegué a la casa y me pegué una buena llorada, porque solté una mochila que venía cargando muy fuerte.
“Y la Silvana me dijo ‘administra estos siete meses, porque es un regalo para ti en este momento de la vida’. Fíjate que increíble, no supe qué hacer con mi tiempo libre. Y cuando tú no sabes estar solo, no sabes quién eres, no sabes qué te gusta comer, qué te gusta hacer contigo, ni siquiera sabes si te puedes entretener contigo mismo.
“‘Ándate, tienes que estar solo’. Me subí al avión, me vine para acá solo y en cuatro días me aparecieron todos los demonios. Aparecen tus miedos, tus culpas, las trancas. Estuve cuatro noches con insomnio, estuve cuatro noches llorando y estuve cuatro noches prácticamente sin comer.
“Hasta que un día me desperté y dije ‘se acabó esta weá’. Y me desperté con un afán: ser libre. ‘Voy a bajar a la playa’, mis llaves, un libro, el libro del ego de Osho, me siento en una reposera, estaba el mar ahí, el agua, ver romper la ola. Hice un trabajo de dos meses maravilloso.
“En las noches salía a andar en bicicleta a encontrarme con mi vieja, porque me quedaron muchas cosas que decirle. Y hoy día sé estar solo y es espectacular”.
