«Hasta el día de hoy, con las más increíbles dificultades que te puedas imaginar que pone esta enfermedad, siempre encuentro una manera de estar cómoda con él…»: Paulina Urrutia cuida a su marido con Alzheimer
«Hasta el día de hoy, con todas las dificultades, las más increíbles dificultades que te puedas imaginar que pone esta enfermedad, siempre encuentro una manera de estar cómoda con él», fue parte del relato de Paulina Urrutia sobre su vida como cuidadora de su marido, Augusto Góngora, quien sufre Alzheimer.
La actriz de 53 años y el periodista de 70 llevan dos décadas y media juntos. En 2014 a él le diagnosticaron la enfermedad, la cual ha deteriorado a Góngora en el último tiempo.
Urrutia protagonizó un capítulo de De Tú a Tú emitido por Canal 13 hace un par de semanas y esto fue parte de su relato:
“Siempre fuimos muy distintos en tantas cosas y también era un mundo para mí, porque era tan distinto a mí y yo era tan distinta a él, que nos fascinábamos con puras cabezas de pescado.
“Tenía otra manera de ver la vida el Augusto. Eran visiones tan totalmente distintas y que hasta el día de hoy, con todas las dificultades, las más increíbles dificultades que te puedas imaginar que pone esta enfermedad, siempre encuentro una manera de estar cómoda con él. Es impresionante lo que hizo en mi vida conmigo y lo que hace cada día”
Martín Cárcamo: “¿Quién te contiene a ti?
Paulina Urrutia: “Bueno, primeramente yo creo que quien me contiene es él. Y después, como es la historia de mi vida, ya que la hemos repasado, es todo, todo lo que me recuerda a él. Recuerdos como el que tú me regalaste hoy día, a los restaurantes que he ido, la gente que me habla en la calle. Y luego la red, que es muy importante para todos: mi hermana, sus hijos, los amigos”
Cárcamo: “¿Cambió tu definición de amor?”
Urrutia: “Mi definición de amor… No, porque el amor no es algo estático, no es un concepto que uno pueda definir. El amor es una energía dinámica, entonces lo que yo te puedo decir con lo que he vivido es que he podido… No sé, yo nunca he tenido hijos. Pero dicen que el amor de los padres a sus hijos es incondicional, y eso a mí me da mucha lata, porque eso quiere decir que las personas que no tenemos hijos no tenemos la capacidad de amar incondicionalmente.
“Y yo te puedo decir que amo incondicionalmente a Augusto. Entonces no es que haya cambiado mi manera de sentir amor, sino que he comprendido lo que es verdaderamente amar a otro, sin tener hijos”.
