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Jorge Alís en una imagen de archivo tomada de la pantalla de Buenas Noches a Todos, en TVN.

«Dije ‘me voy a Chile’. Me hizo muchísimo sentido la sociedad chilena, que pensaban las cosas y no las decían…», cuenta Jorge Alís

Autor: Equipo Glamorama / 20 marzo, 2023

«Yo vivía en La Reina, en una casita atrás que encontré, un aviso viejo, casa interna, chiquitita. Pero para mí era una casona gigante, preciosa. Tenía un gatito, tenía un poquito de pasto y tenía lo que no había logrado en Buenos Aires ni en Brasil», recuerda Jorge Alís sobre su llegada a Chile en 1996.

El comediante de origen argentino, de 56 años, relató en Buenas Noches a Todos por qué se vino desde su país y cómo fue ese periplo.

“Llegas a Chile en diciembre del 96, ¿y qué llegas a hacer a Chile?”, le preguntó Eduardo Fuentes, conductor del late de TVN. “Nada», respondió Alís, y contó:

«Yo en Buenos Aires bailaba tango. Estudiaba Teatro desde muy pendejo, pero sentía que había algo que me tenía que dar este pase universal, y me puse a estudiar circo, clown, mimo, trapecio, acrobacias, títeres.

“Bailaba en Caminito y trabajaba en un anfiteatro en el barrio San Telmo, y ahí laburaba los fines de semana con espectáculos de clown, que mezclaba stand up.

“Vine a Chile a pasear. Tenía una pareja de baile, una amiga mía, que no quería irse del país. Yo me quería ir, y en ese momento me iba a Venezuela, porque le daba clases a alguien de la embajada de Venezuela en Buenos Aires.

“Esta gente me invita a la Isla Margarita. Mi pareja de baile no se quiere ir, y me invitan a Chile. Digo ‘me voy a Chile a esperarte allá’, y me vine para acá. Esperé un rato y después dije ‘me voy solo’, porque esta piba no venía.

“Me fui a Venezuela, pero no tenía un peso. Mi viaje a Venezuela iba a ser rudo, porque me fui a Perú, fui al Lago Titicaca y vi una implosión social tremenda. Una desigualdad tremenda. Los europeos sacándole fotos en el lago a la gente que tenía los pies quebrados de la sequía.

“Me angustié. Me deprimí. Me puso mal esa situación. Me compré un pasaje de avión, con lo último que tenía, y me fui al Cuzco, y me gasté la última plata que tenía en Machu Pichu. Y ahí dije ‘me voy a Chile’. Me volví a Buenos Aires a agarrar mis cosas, apagué la luz y me vine”

Eduardo Fuentes: “¿Que te hizo Chile que te hizo sentir que aquí podía haber algo para ti?”

Jorge Alís: “Me hizo muchísimo sentido Chile, la sociedad chilena, la sensación de que pensaban las cosas y no las decían. Yo decía las cosas y no las pensaba, y eso no había sido bueno con las relaciones familiares en Argentina.

“Chile tenía una cosa que me daba tranquilidad y Argentina tenía algo que me ponía muy nervioso, demasiado nervioso, una insatisfacción muy tremenda.

“Yo vivía en La Reina, en una casita atrás que encontré, un aviso viejo, casa interna, chiquitita. Pero para mí era una casona gigante, preciosa, tenía un gatito, tenía un poquito de pasto y tenía lo que no había logrado en Buenos Aires ni en Brasil.

“Yo laburaba en la noche, bailaba en boliches de tango, laburaba en bares haciendo esta especie de stand up con un amigo. Entonces Chile me dio esa cosa de ‘loco, no necesito nada’”.