«En mi tipo de cáncer la media de vida es de dos años y medio máximo. Y ya llevaba uno…»: la batalla del director de Machos y Soltera Otra Vez
«Cuando supe que mi cáncer había creado una metástasis en un segundo tumor el mundo volvió a derrumbarse. Parecía definitivo y fatal. Una sentencia de muerte segura. ¿Cuánto tiempo?. La pregunta era inevitable», escribe Herval Abreu, el director de un puñado de teleseries que aún se recuerdan, desde Machos a las tres Soltera Otra Vez.
El director y productor de 60 años publicó este jueves en Instagram su testimonio de su lucha contra el cáncer, del cual se encuentra libre:
«Qué se puede decir del tiempo perdido… Y del futuro también… Cuando descubres lo frágil que es… Hace tres años… En un examen médico descubrí que estaba muy enfermo… Descubrí que tenía cáncer. Es de esas cosas que pensamos que nunca nos van a pasar… No a nosotros… Y sin embargo, de un día para otro estaba ahí… Contundente, imponente… Un tumor de seis centímetros alojado en mi pulmón… Amenazando mi vida…
«Así comenzaron tres años que parecieron interminables de quimioterapias, radioterapias… Inmunoterapias, perdí todo el pelo… Dos veces… Nunca… Jamás me sentí peor.
«Desde entonces conocí a hombres y mujeres increíbles que luchan por sus propias vidas día tras día, sin rendirse jamás en sus sillones de quimioterapia. Conocí la ternura en los ojos de niños pequeños que, con sus sonrisas y determinación llenaron de esperanzas mi propia batalla. Sin proponérselo, me dieron fuerza cuando más de una vez pensé en tirar la toalla y rendirme.
«Estaba solo… Había terminado mi relación con la mujer que incluso me acompañó en los peores momentos desde ese reportaje -en 2018, y tras un reportaje, Abreu fue acusado de abuso de poder y acoso por mujeres que trabajaron con él, y fue sobreseído- y tampoco me pareció justo hacerla vivir esta pesadilla. Estaba muy solo y aún así quería tener una oportunidad para vivir.
«Cuando supe que mi cáncer había creado una metástasis en un segundo tumor, el mundo volvió a derrumbarse. Parecía definitivo y fatal. Una sentencia de muerte segura. ¿Cuánto tiempo?. La pregunta era inevitable. En mi tipo de cáncer la media de vida es de dos años… O dos y medio máximo… Y ya llevaba uno. Solo un 4% logra curarse…
«Parecía imposible. Pero en este viaje de quimios, radios, inmunos, reikis regalados por mi amiga Josefina, que abrió su corazón generoso para ayudarme como fuera… Con varias operaciones del centro espiritual Tupyara, más conocidos como los monjes brasileros…
«También conocí a un grupo de médicos, tens, radiólogos y personas increíbles dirigidos por los doctores Héctor Galindo y Pablo Muñoz en el centro del cáncer UcChristus, que con amor y cariño hacen su trabajo luchando por salvar, o recuperar, o al menos prolongar y dar calidad de vida a todas las personas que, como yo, pusimos nuestras vidas en sus manos.
«Por alguna razón tengo esta nueva oportunidad… Y doy gracias a la vida por ella y prometo vivirla intensamente. Aprovechando y agradeciendo por cada nuevo día para vivir. Abrir los brazos y agradecer por la bendición de estar aquí. Abrazar a mi hijos, a mis amigos y a quienes amo con todo mi amor.
«A los amigos de Brasil con quienes, en medio de mi enfermedad, hicimos un programa de televisión que me devolvió la fe en las nuevas oportunidades y reinvenciones. Los ‘Encuentros Dementes’ con Felipe Armas y Renzo en YouTube. Por los proyectos tan creativos que desarrollé en este tiempo, la serie que escribimos y obras de teatro que hoy esperan ver la luz… Y claro, aprender a jamás perder un día. Hoy es uno nuevo día. Que sea grandioso para todos ustedes».