«Bailamos en la clínica, él todo intubado… Nos despedimos los tres con mucha paz y a la última persona que quiso mirar a los ojos fue a mi mamá», recuerda Yamila Reyna sobre la muerte de su padre
«Nos despedimos los tres con mucha paz y a la última persona que quiso mirar a los ojos fue a mi mamá”. recuerda Yamila Reyna sobre la muerte de su padre.
La actriz y comunicadora relató cómo fue la enfermedad y fallecimiento de su papá, el popular cantante cordobés Daniel Reyna, conocido como Sebastián, en 2017, debido a un cáncer.
La actual conductora de Buenos Días a Todos tenía una relación muy cercana con su progenitor. Este fue su relato en un capítulo de Todo Por Ti emitido por Canal 13 en enero:
“Es duro, porque ver a un papá tan entero, que nunca había entrado a una clínica en su vida. Mi papá era de las personas que jamás se enfermaba. Y verlo de repente…
«A mí me llaman por teléfono y me dicen ‘tu papá está internado, le encontraron un tumor, lo tienen que operar y lo peor es que no se quiso quedar’.
“Él estaba en un show en Tucumán, se desmaya en el escenario, se lo llevan, vuelan a Córdova, lo meten a la clínica, le hacen estudios y le encuentran un tumor del tamaño de una pelota de tenis en el colon. Hay que operar. ¿Y sabes lo que dijo él? ‘Vos me estás diciendo a mí que tengo un tumor, que tengo cáncer. ¡Vos me quieres enfermar a mí!’.
“Se sacó todo lo que tenía, las sondas, le pegó una trompada al médico y se fue. Lo metimos a la clínica y le dijimos ‘de acá no te mueves hasta que no te operes’. Y me quedé con él. Nos quedamos todos con él. Mis papás estaban separados, pero mi mamá, así el alma que tiene, se quedó a su lado.
“Se recupera y él médico le dijo ‘necesito que te vuelvas a hacer las quimios el próximo año’, y él no quiso. No quiso hacerse el tratamiento. Le pedimos en todos los idiomas y él dijo ‘no más’. Tenía 63. Al año pudimos compartir una semana y se fue.
“Perder un papá cuando tiene una relación como la que yo tenía es duro, porque es como aprender a vivir sin la mitad de tu cuerpo. Yo no lo quería ver sufrir más y le decía en un minuto ‘ya está, ándate tranquilo’, con el alma en la mano, pero le decía ‘ándate, no quiero que sufras más, dile a la abuela que te venga a buscar’.
“Yo le decía ‘sé que no te vas por mi mamá, pero yo te prometo que la voy a cuidar’, y él me miraba sin decirme nada. Y esa noche, después de decirle eso, me pide pararse. Yo le dije ‘¿quieres ir al baño?’, y me dice ‘no. Bailemos’. Él siempre en algún momento de sus show me sacaba a bailar.
“Y bailamos en la clínica, él todo intubado, lleno de aparatos, yo lo abracé y bailamos. Y esa fue la última noche que estuvo. Nos despedimos los tres con mucha paz y a la última persona que quiso mirar a los ojos fue a mi mamá”.