Llanto, abrazo, voz entrecortada y «la gente piensa que tenemos una vida increíble»: el desahogo de Solabarrieta, su hijo Nico y Julio César Rodríguez
«Te agradezco tu emoción, te agradezco tu empatía», repetía Fernando Solabarrieta con la voz entrecortada a un Julio César Rodríguez que estaba apunto de llorar. Nicolás, el hijo de 27 años del periodista deportivo ya tenía un nudo en la garganta. Luego Rodríguez comenzó a sollozar. Fernando tampoco aguantó las lágrimas y todos se fundieron en una abrazo, desahogándose los tres, en Podemos Hablar.
El comentarista de deportes de 53 años llegó al estelar de Chilevisión con su retoño, ex futbolista e ingeniero comercial que se hizo conocido en el reality Tierra Brava. Contaron que estuvieron sin hablarse durante dos meses cuando él dejó una pasantía en un banco en Dubai para regresar a Chile y entrar al show de telerrealidad. Fernando desaprobó la movida de su hijo. El joven fue quien hizo las paces. También salió el tema de la madurez de Nicolás.
El esposo de Ivette Vergara se emocionó con la «nobleza» de su primogénito. Sacó a colación los fantasmas que lo llevaban a «escapar» de vez en cuando de cuestiones como la familia que tiene. Julio César Rodríguez se identificó con la situación. Este fue el diálogo que terminó con todos llenos de emoción:
Julio César Rodríguez: «¿Sentiste que el hijo fue más maduro que el padre esta vez?»
Fernando Solabarrieta: «Fue más noble, que es más importante… Me emociona aun hijo con ese nivel de madurez, de empatía, nobleza, amor… Te noto emocionado también»
Rodríguez: «Uno está más viejo, cuando escuchas a Nico, Fernando, ¿uno se siente irresponsable, que la ha cag… mucho?».
Solabarrieta: «Sí. Mucho»
Rodríguez: «Porque uno… Anda muy en la personal a veces»
Solabarrieta: «Es difícil saber bien por qué, de qué quieres escapar, teniendo una vida… Y te noto emocionado, y te interpreto, que nos pasa algo parecido. La gente piensa que tenemos una vida increíble y hay algo de lo que tú y yo queremos escapar probablemente… Ta agradezco tu emoción, Julio César, te agradezco tu empatía…»
Rodríguez: «Es que hemos trabajado, hemos coincidido en muchos canales, con la Ivette, contigo, en la radio. Uno a veces la tele lo echa para la talla. Uno entiende que… Y veo al Nico y es tan maduro, tan entero, impresionante»
Solabarrieta: «Mi rol dentro de la familia, como papá, creo que ha sido bueno. Pero de pronto he pecado de ser más niño que ellos. Y es un niño que escapa, no sé muy bien por qué».
Hasta ahí llegó la conversación. Los sollozos no los dejaron seguir hablando. Solo abrazarse.